Cinco entidades del país agrupan a los 33 municipios del país con mayores riesgos ante los desastres naturales; en particular, Veracruz concentra a 19 de estas localidades; en cambio, el estado de Nuevo León se ubica como la menos expuesta a estos eventos.
De acuerdo con el Índice de Vulnerabilidad Climática de las Ciudades Mexicanas, después de Veracruz, el Estado de México se ubica en segundo sitio con ocho localidades, Oaxaca con tres, Puebla con dos y Colima con uno.
El estudio advierte que estos municipios carecen de información meteorológica, de infraestructura adecuada, y de políticas de prevención de riesgos, así como de educación social.
A nivel nacional, estos tres factores se ubican en un nivel de eficacia por abajo de 70%; es decir, sólo 67.5% de los municipios tiene condiciones climáticas predecibles, en 55% existen condiciones sociales favorables para enfrentar eventos naturales y sólo 38.65% cuenta con infraestructura adecuada para la zona.
El instituto muestra que la mayoría de los municipios -89 de los 373- tiene un nivel de riesgo medio y sólo 29 son los menos expuestos.
De los 373 municipios analizados, 40% tiene un panorama inestable de lluvias y 26% de ellos presentan cambios atípicos de temperatura en los últimos 37 años.
Asimismo, 73.2% de los municipios analizados se encuentra en la periferia de las ciudades, tienen una población menor a 200 mil habitantes, hay pobreza y falta de servicios.
FALLA PREVENCIÓN
Manuel Molano, director general adjunto del Imco, indicó que la clave para disminuir la susceptibilidad en los municipios de estas cinco entidades es la implementación de políticas públicas enfocadas al tema de la prevención y no de la reacción.
Después de un desastre natural el Estado envía a las fuerzas armadas a aplicar el Plan DNIII, que es reconocido en el mundo, pero programas como Municipio Seguro, por parte de la Secretaría de Gobernación, carecen de presupuesto. “Somos buenos para resolver, pero no para prevenir”, señaló Molano.
Además, destacó que a pesar de contar con el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), los recursos provenientes de él no se ejercen de manera adecuada, ya que deberían usarse para prevenir, para financiar la infraestructura y capacitación en los gobiernos locales y no para resarcir los daños en las comunidades afectadas; por lo que lamentó que el gobierno mexicano emplee el “una vez ahogado el niño, tapado el pozo”.
Por otra parte, en nueve estados se concentran los 16 municipios con alta vulnerabilidad social; Puebla con cuatro, Veracruz con tres, San Luis Potosí y Oaxaca con dos, Hidalgo, Morelos, Querétaro, Tabasco y Tlaxcala con uno.
La susceptibilidad social se debe a factores económicos, educativos, de salud, información y edad de las personas de una comunidad, por ejemplo los ancianos y los niños son más difíciles de evacuar ante un desastre natural.
También, en nueve entidades se concentran los 45 municipios con la infraestructura menos adecuada para enfrentar una situación de desastre natural; 18 en Oaxaca, 13 en Tlaxcala, cuatro en Puebla, tres en Veracruz, dos en Hidalgo y Morelos y uno en Jalisco, Tamaulipas y Sonora.