“Hay agendas de julio y hay agendas de agosto”, ha advertido Egidio Torre Cantú,  gobernador de Tamaulipas, ante las presiones del priismo nacional por la derrota de Enrique Peña Nieto ante Josefina Vázquez Mota en su estado. Y eso significa que se avecinan cambios en el gobierno de esa entidad.

 

Apenas de vuelta de sus vacaciones este lunes, Torre Cantú -según cercanos colaboradores- se apresta a realizar algunos cambios en su gabinete en el área política y en la social, incluida la presidencia del partido tricolor (actualmente dirigido por Lucino Cervantes) por los malos resultados obtenidos el 1 de julio.

 

El “golpe de timón” del gobernador tamaulipeco busca, por un lado, calmar el “fuego amigo” que se ha desatado en su contra y reforzar a su gobierno -si le dan tiempo y espacio desde el centro- y al partido con vistas a las 43 alcaldías y 22 diputaciones locales que estarán en juego el 7 de julio del año entrante.

 

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DALE QUE DALE.- Andrés Manuel López Obrador sigue dale que dale acusando a los priistas de compra de votos en la elección presidencial. Ayer estuvo en Neza, donde se establecieron algunas mesas con el fin de recabar “más pruebas”.

 

El tabasqueño recordó que el próximo domingo se realizarán 32 asambleas informativas en el país y anunció para el 12 de agosto una “Expo fraude” en el Zócalo capitalino. Por ideas para hacer rabiar a los priistas no paran…

 

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DESACATO AL PRESIDENTE.- Febrero de 1948. El teniente coronel Humberto Mariles, al frente del equipo mexicano de equitación que participaría en las Olimpiadas de Londres, es requerido por el presidente Miguel Alemán Valdés: “El viaje se cancela”, le dice. ¿Por qué?, pregunta Mariles. “No pueden ganar con esos caballos para carretas, con ese tuerto (Arete, el caballo predilecto de Mariles, era tuerto)”, responde. “Con todo respeto…”, intenta el militar. “¡Es todo!”, le interrumpe el presidente.

 

Mariles se reúne con su equipo, les informa lo que pasa, y deciden: irán todos, pase lo que pase. Antes de llegar a Londres, participan en varias competencias en Roma. A su arribo, el embajador mexicano Antonio Arizmendi le dice a su amigo: “Regrese a México don Humberto. Hay una orden de aprehensión en contra suya. Se le acusa de desacato a la autoridad, peculado, deserción y otras cosas. Vuelva, se lo suplico”. Mariles se mantiene en lo suyo, ganan varias competencias, los recibe incluso el papa Pío XII, y se van a la Olimpiada.

 

Llega la prueba reina de la equitación mundial, el Gran Premio de las Naciones. Mariles monta a Arete, su alazán tostado tuerto. El equipo va en primer lugar. En lo individual, Rubén Uriza, empatado en el primer lugar con el francés Jean D’Orgeix y el estadunidense Franklin Wing, asegura ya medalla. Soplan aires de triunfo en el campamento mexicano. Y sí, Mariles y su equipo se convertirán en campeones olímpicos en Londres, el 14 de agosto de 1948.

 

Por la noche, durante la celebración (brindando con leche, según refiere), alguien corre hacia Mariles y le grita: “¡Ven al teléfono, pronto!… ¡Te llama el señor presidente!”. Una felicitación fue extendida… Un perdón fue concedido, narra el gran cronista deportivo Ramón Márquez en su libro Olímpicos.

 

Y lo que es la vida, el sábado pasado -apenas inauguradas las Olimpiadas de nuevo en Londres- falleció a los 93 años de edad el mayor Víctor Manuel Saucedo Carrillo, uno de los integrantes de ese equipo olímpico que ganó en Londres hace 64 años.

 

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GEMAS: Regalito de Javier Corral sobre el activismo del Presidente: “Lo peor que podemos hacer es llevar este proceso de reflexión a una disputa de facciones que termine por conducir al PAN a la irrelevancia ética, política y moral, en la que la mayor apuesta sea que el presidente Calderón se haga del partido y las bancadas legislativas, sin más horizonte que el de administrar los restos del naufragio”.

 

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