Para Carlos Mackinlay Grössmann, secretario de Turismo del Distrito Federal, la prioridad en turismo sigue siendo la misma: promoción, promoción y promoción, “pero bien hecha”.

 

La mejor, afirma, es la que hace de boca en boca. “La estadística, dice: un turista satisfecho repercute sobre seis o siete turistas más, pero un turista insatisfecho o que tiene una mala experiencia repercute negativamente sobre 10 a 15 personas”.

 

“Nos conviene que el turista salga de aquí bien, contento y feliz y en la Ciudad de México hay muchas oportunidades para que así sea”, afirma el funcionario que asumió las riendas de la Secretaría a finales de marzo pasado.

 

Economista de profesión, ex académico en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y vinculado a la actividad turística desde 1995, el funcionario asegura que la hospitalidad y la atención al viajero es lo más importante.

 

En 2011, la Ciudad de México recibió 12.8 millones de turistas, lo que la convierte en el destino más visitado (con al menos uno de cada 10 viajeros de un total de 190 millones en el país). Para este año la apuesta de la Secretaría de Turismo capitalina es superar la cifra de 13 millones.

 

Un destino se vuelve importante por las visitas que registra, y un error recurrente por parte de las secretarías de turismo locales y federal –dice el funcionario- es “crear productos turísticos que no tienen futuro”, no entienden que la apuesta es dirigir al turista hacia lo ya establecido, por ejemplo los museos o la nueva ruta del Turibús, que irá de la Basílica al Zócalo -dos de los lugares más concurridos en la ciudad-.

 

“Nosotros no somos empresarios ni comercializamos, por lo tanto nosotros no tenemos por qué inventar rutas que luego no funcionan, y los gobiernos estatales y federales tienen mucho esa tentación, entonces se inventan rutas que se anuncian con bombo y platillo”.

 

Indicó que uno de los proyectos turísticos más recientes en la ciudad es el de Los Barrios Mágicos (que se propuso a principios del 2011 cuando Alejandro Rojas Díaz Durán era el secretario de Turismo), que promueve sitios relevantes por su historia o sus costumbres, pero que no son tan conocidos, como Mixquic, donde se realiza una de las celebraciones más emblemáticas del Día de Muertos en el Distrito Federal.

 

¿CÓMO SE HACE LA PROMOCIÓN TURÍSTICA EN LA CIUDAD?

 

Para promover un nuevo atractivo turístico los prestadores de servicios –hoteleros, transportistas o guías de turistas- contactan a las agencias de viajes, si las convencen éstas incorporan el destino en su catálogo y lo ofrecen a sus clientes, quienes a su vez lo recomiendan, si es que recibieron un buen trato.

 

¿CUÁLES SON LOS PENDIENTES PARA LA SIGUIENTE ADMINISTRACIÓN?

 

Heredé el tema de Barrios Mágicos que quedará para la próxima administración, la que le sigue y la que le sigue, es un programa que absolutamente va de largo plazo.

 

Vamos a dejar un proyecto para la siguiente administración, que es la rehabilitación de la Zona Rosa con Fonatur, pero ese es un proyecto en el que decididamente nosotros sólo vamos a empaquetar la propuesta y dejarla muy bonita para estudio de la próxima administración, (…) y obviamente temas como turismo médico, como turismo LGBT, de congresos y convenciones, etcétera, tendrán algunas acciones que deberán ser continuadas pero que son sencillas. No vamos a dejar embaucada a la próxima administración con proyectos que a ellos no les interese desarrollar.

 

¿CÓMO VA EL PROGRAMA BARRIOS MÁGICOS?

 

Al momento –calcula- se habrán entregado 10 protocolos turísticos para Barrio Mágico, es decir, no hay ningún Barrio Mágico, no hay nada que diga que los seleccionados sean lo mejor, pero es una excelente idea porque a la larga eso nos permite descentralizar la actividad turística que está demasiado concentrada en distintos espacios, como en el Centro Histórico, en la Basílica, en Chapultepec, probablemente en algunos espacios de Reforma y de Coyoacán y San Ángel o Xochimilco.

 

¿CUÁLES SON SUS PROYECTOS A FUTURO?

 

Cuando uno toma la administración pública para beneficio de los habitantes de la ciudad y como parte de un gobierno electo por los ciudadanos es de muchísimo orgullo, mucha responsabilidad, me encanta lo que hago y si tuviera que hacerlo desde la otra trinchera lo haría igual con gusto, con dedicación, con orgullo.