El presidente Felipe Calderón destacó el impulso que se la ha dado a una auténtica política de Estado en materia de seguridad y anunció que la incidencia de homicidios dolosos ha mostrando un decremento en el país, que tan solo en el primer semestre de 2012 ha caído siete por ciento.
Al encabezar la XXXIII sesión del Consejo Nacional de Seguridad, el jefe del Estado Mexicano afirmó que dicha política está sustentada en nuevas capacidades institucionales a nivel nacional, en un estrecho vínculo con la sociedad.
Las acciones desarrolladas en estos años han tenido diversos efectos, que son de relevancia para la nación, abundó luego de señalar que esta será la última reunión ordinaria de este tipo que presida.
Ante mandatarios de todos los estados y el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard; procuradores, secretarios de Seguridad Pública y representantes de organizaciones sociales, Calderón indicó que en estos años se han concretado algunos logros fundamentales y se han construido acuerdos de relevancia nacional.
Destacó que por primera vez la nación cuenta con una política de seguridad que tiene como centro a los ciudadanos, pues se ha iniciado una política en seguridad y justicia penal, en la que el énfasis está en impedir que más personas sean víctimas de la delincuencia y en la que no debe tener cabida la doble victimización.
En el salón Tesorería de Palacio Nacional y acompañado por integrantes del gabinete federal, Calderón Hinojosa enfatizó que el reto actual es que estos efectos positivos se consoliden más allá de gobiernos, coyunturas y partidos.
“Hago votos porque dentro de este Consejo Nacional se continúe el proceso que nuestra generación inició en la búsqueda de un México de leyes, de orden y de seguridad para todos”, añadió el gobernante.
Sostuvo que durante muchos años mientras el crimen organizado se fortalecía, las instituciones del Estado se debilitaban; “hoy las tendencias se han invertido, el Estado mexicano se fortalece e sus capacidades, mientras que las organizaciones criminales se debilitan”.
Al respecto hizo notar que por primera vez en varios años, durante los últimos meses se registra una tendencia de reducción en el índice de homicidios dolosos a nivel nacional, que constituye uno de los indicadores más importantes de la violencia que preocupa a los mexicanos.
Esa tendencia se hará cada vez más visible en el mediano y el largo plazos, e hizo notar que México hoy cuenta con los elementos necesarios para sustituir un modelo reactivo por uno preventivo, sustentado en la generación de inteligencia operativa aplicada a la persecución eficaz de los delitos y a su prevención oportuna.
Expuso que el nuevo modelo de policía le ha abierto al país la posibilidad de construir una verdadera opción civil de seguridad pública.
Ello permitirá en un futuro a las Fuerzas Armadas concentrarse en las funciones de seguridad nacional que les son inherentes y actuar de manera subsidiaria y supletoria, como es precisamente el modelo de seguridad que México debe tener.
En su discurso, el presidente Calderón hizo un amplio reconocimiento a la invaluable labor de las Fuerzas Armadas, “porque su lealtad a México ha permitido la implementación de una ofensiva sistemática contra el crimen”.
Su actuar ha permitido al país iniciar, al mismo tiempo, un proceso de reconstrucción institucional que será histórico en el ámbito de la seguridad pública, destacó para luego reconocer también la labor de la Policía Federal.
Gracias a esta labor de todos, añadió, se ha logrado desarticular las estructuras logísticas y operativas de muchas de las organizaciones criminales más peligrosas, y hasta hoy han sido capturados o abatidos durante operativos para su detención 22 de los 37 líderes criminales más buscados que operaban en México.
El trabajo coordinado entre instituciones de seguridad ha permitido además que por primera vez en varios años la incidencia de los homicidios dolosos a nivel nacional muestre un decremento de siete por ciento en el primer semestre de este año, respecto del mismo periodo de 2011.
El presidente de la República aclaró que en el caso de homicidios presuntamente atribuibles a rivalidad delincuencial, la baja de homicidios es cercana a 15 por ciento.