La cadena Soriana acusó a simpatizantes del Movimiento Progresista de haber realizado 180 manifestaciones en sus instalaciones y en esos actos se ha dañado las tiendas, los trabajadores han recibido amenazas y se ha impedido la entrada y salida de clientes de los almacenes, señaló Humberto Fayad, vocero de la compañía.

 

Ayer mismo, simpatizantes del ex candidato perredista a la alcaldía de San Vicente Chicoloapan, Gerardo Cervantes, bloquearon una tienda de Soriana y retuvieron a cerca de 300 personas en el interior.

 

Cervantes sostuvo que su derrota se debió a la presunta compra de votos a través de las tarjetas de dicho supermercado. “Gracias a ello, ganó Andrés Aguirre, abanderado del PRI la presidencia municipal”, denunció el candidato perredista.

 

En el noticiero vespertino de Radio Fórmula, Fayad contradijo al presidente del PRD, quien rechazó que sus militantes hayan participado en ese tipo de actos. “Me desconcierta, no entiendo cómo pueden atreverse a decir que no hay pruebas cuando todo México es testigo de eso, ahí están las pruebas. Además de que nosotros hemos puesto nuestras denuncias correspondientes acompañadas de pruebas, de videos, donde se aprecia la forma de comportarse de estas personas”.

 

Como lo hizo en un desplegado, el directivo de la empresa responsabilizó a Andrés Manuel López Obrador, su coordinador de campaña Ricardo Monreal, y el presidente del PRD, Jesús Zambrano, de incitar a sus afiliados a que hagan manifestaciones.

 

Fayad Wolff sostuvo que acusa a los simpatizantes del Movimiento Progresista porque “ellos llegan y se identifican como perredistas, ellos llegan con sus banderas, con sus gafetes, con elementos que los identifican con el logotipo del PRD, ahí están, en este momento estoy viendo aquí en mi PC un video precisamente donde se ve claramente cómo estas personas llegan y se identifican como perredistas. Además las manifestaciones están convocadas por ellos”.

 

Por su parte, el coordinador de los diputados del PRI, Francisco Rojas, señaló que los ataques a las tiendas departamentales son parte del odio y resentimiento que se siembra en la sociedad: “Todo el tiempo se está invocando a que sucedan este tipo de actos”.

 

Añadió que por ello se debe tener “muchísimo cuidado” en las actitudes que se toman y en las acciones que se ejercen, porque pueden provocar un problema social de magnitudes, de los cuales se puede saber en dónde empiezan pero no dónde acaban.