Primero, la madre del fallecido Michael Jackson, Katherine, fue reportada por sus nietos como desaparecida y le quitaron la custodia. Apareció y declaró que estaba de vacaciones en Arizona. Ahora, dice al juez que fue engañada para realizar ese viaje.

 

El portal TMZ sacó a la luz la declaración de la mujer, realizada bajo juramento ante el tribunal, en la que relata su viaje a Tucson y las condiciones en las que se llevó a cabo.

 

Asegura, tenía programado viajar en julio a Nuevo México para acompañar a sus hijos en un concierto, pero un médico se presentó en su casa y le recetó tomarse unos días fuera y no ir a ese viaje, ya que presentaba presión arterial alta. Katherine así lo hizo, creyendo que el doctor era enviado por su médico de cabecera, pero no era así.

 

Fue trasladada a un hotel de lujo y spa en el que le retiraron los teléfonos celulares, iPad y le desconectaron el teléfono en la habitación, así como le retiraron la señal de la televisión. Por esa razón nunca se enteró de lo que realmente estaba pasando.

 

Asegura que, cuando preguntaba por sus nietos, le informaban solamente que estaban bien, “En ese momento, confiaba en la gente con la que estaba pues creía eran honestas conmigo”. Lo cierto es que nunca dijo quiénes eran los acompañantes ni los señaló como responsables de una posible privación ilegal de la libertad.

 

Katherine presentó la declaración como parte de su intento para que le regresaran la tutela de Paris, Blanket y Prince. Lo consiguió, pero temporal y compartida con su nieto Tito Joe.

 

Queda claro que esta familia va a seguir dando de que hablar pues siempre han sido inquietos con el tema, no sólo es el amor lo que los une, sino el interés y la herencia de Michael Jackson que hasta ahora sigue siendo disputada –no en los tribunales- por sus hermanos y padre, que argumentan el testamento es falso.