La fiscalía pidió ayer sentencias de tres años para tres integrantes de la banda de rock feminista que realizó una protesta contra el presidente Vladimir Putin en la principal catedral de Moscú, pasando por alto las peticiones de grupos defensores de los derechos humanos de que las liberen.
El fiscal dijo que su solicitud era indulgente, argumentando que la recomendación toma en cuenta el hecho de que dos de las acusadas son madres y tienen buenas referencias de comportamiento.
Los cargos por vandalismo que enfrentan las integrantes de la banda punk Pussy Riot podrían implicar una sentencia de hasta siete años en prisión.
Las tres mujeres, Nadezhda Tolokonnikova, de 23 años; Maria Alekhina, de 24; y Yekaterina Samutsevich, de 29, han estado bajo custodia por cinco meses desde su protesta de febrero, cuando se apropiaron de un púlpito en la catedral de Cristo Salvador por menos de un minuto, cantando, bailando y haciendo escándalo.
Músicos como Madonna, Pete Townshend de The Who y Neil Tennant de los Pet Shop Boys han pedido su liberación. Se espera que el veredicto se emita esta semana.
Las acusadas han dicho que su objetivo era expresar su resentimiento contra el apoyo del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa al gobierno de Putin. Pero los fiscales han insistido a lo largo del juicio que su acto no tuvo ninguna motivación política.
“En este juicio, las autoridades, no las chicas, le han dado un golpe brutal a la Iglesia Ortodoxa Rusa”, dijo la abogada de Pussy Riot, Violetta Volkova. “Hemos retrocedido a la Edad Media”.
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