Tras asegurar que México necesita cambiar y salir de la marea de baja autoestima en que se encuentra, el líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, prometió un compromiso de las autoridades.
Dejó claro, en su discurso, que el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no significa restauración.
Y por ello, convocó a los legisladores electos a aprobar las iniciativas del candidato presidencial triunfador para combatir la corrupción y multiplicar la transparencia.
A Coldwell le correspondió el discurso para iniciar la comida entre Enrique Peña Nieto y los legisladores electos en la que tuvo un momento de autocrítica al reconocer que México ha estado mal organizado y mal administrado por décadas.