Madrid. El premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, señaló que los aficionados a la fiesta taurina “amamos profundamente a los toros y no queremos que se evaporen de la faz de la tierra, que es lo que ocurriría si las corridas desaparecieran”.

 

Sin embargo, aseguró que esto no ocurrirá, por lo menos, mientras haya corridas en los distintos lugares, como en muchas plazas españolas, de México, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia que defienden la fiesta.

 

Vargas Llosa se refirió a un artículo del escritor español Rafael Sánchez Ferlosio llamado “Patrimonio de la Humanidad”, en el que pidió que desaparecieran de una vez las corridas de toros “no por compasión de los animales, sino por vergüenza de los hombres”.

 

Refirió que según Sánchez Ferlosio, los toros son la manifestación más flagrante de la barbarie humana, pero “yo he asistido a muchas corridas en mi vida y no recuerdo una sola en la que haya visto a las tribunas regocijarse cuando un toro derriba o hiere a un caballo; más bien, la reacción del público es siempre la contraria”.

 

Anotó que en los toros hay una violencia que para muchas personas es intolerable, algo absolutamente digno de respeto y de hecho, sería un atropello brutal que alguien quisiera obligar a otra persona a asistir a un espectáculo que malentiende y abomina.

 

No obstante, consideró que es menos digno de respeto, en cambio, que quienes quisieran acabar con los toros, “traten de privarnos de la fiesta a los que la amamos: un atropello a la libertad no menor que la censura de prensa, de libros y de ideas”.