El empresario bajacaliforniano fue el primer gobernador del PAN en la historia. En 1989 derrotó a la candidata del PRI y ahí comenzó el dominio de su partido sobre la entidad, que se mantiene hasta ahora.
En 1996 compitió contra un militante treintañero por la dirigencia del partido, pero fue derrotado. Felipe Calderón, cercano a los doctrinarios como Carlos Castillo Peraza y Luis H Álvarez, se impuso con su propuesta de “ganar el gobierno sin perder el partido”. Paradójicamente, dice el futuro legislador, desde la administración federal el Presidente intervino en la vida del partido “y mire cómo estamos”.
Ruffo se alejó cerca de 20 años de la escena política y regresó en estas elecciones para convertirse en candidato al Senado por su natal, Baja California, además de integrarse al equipo de Josefina Vázquez Mota como coordinador político, aunque terminada la campaña reclamó que había sido marginado por los más cercanos a la candidata presidencial.
USTED DIJO QUE VISUALIZABA LA DERROTA DEL PASADO 1 DE JULIO, ¿QUÉ PASÓ EN EL PAN?
El éxito en las elecciones, la llegada al gobierno, y el que muchos que antes no habían tenido las oportunidades de trabajar en el gobierno la tuvieran, hizo que estos se fueran encariñando con esas posiciones y esto los fue alejando de la relación con los ciudadanos. Esto fue trastocando también la dinámica de nuestras propias convenciones porque el asunto del interés por mantenerse en esas buenas posiciones de trabajo hizo que se fueran formando grupos y éstos empezaron a controlar las candidaturas y luego a limitar el libre acceso a los simpatizantes de Acción Nacional.
¿EL PARTIDO ES CONTROLADO DESDE LA NÓMINA DE GOBIERNO?
Sí, y a esa dinámica le denominé la “onda grupera” porque se empezaron a formar esos grupos y empezaron a cerrar el paso a la verdadera actitud y dinámicas en el compromiso ciudadano. Eso lo empecé a ver hace muchos años, como soy el que primero ganó una gubernatura, me empecé a dar cuenta y eso me llevó a tomar una actitud crítica y de una manera tempranera me permitió visualizar un desenlace como el de hoy.
¿QUÉ TAN CONFRONTADOS ESTÁN LOS GRUPOS AL INTERIOR DEL PARTIDO?
Precisamente llegamos a un auge de esa dinámica de los grupos. Esta coyuntura se concentra en el mandato del presidente Madero, a él le va a tocar dar golpes de timón para reajustar las cosas y permitir la libertad de las dinámicas ciudadanas que han sido la naturaleza de Acción Nacional. Debemos tomar resoluciones como la de que los funcionarios no formen parte de los consejos locales, regionales y el nacional, ni que tampoco formen parte de las mesas directivas para mantener muy puro el punto de vista gubernamental y sobre todo el del partido. El partido es una institución de largo plazo, los gobiernos son coyunturales, de tres o seis años y eso con los intereses de los empleos y los grupos políticos pues ha trastocado la visión de largo plazo del partido.
¿EL PARTIDO HA PERDIDO EL RUMBO?
Estar en el gobierno ha hecho que las discusiones se den más en torno al acceso a las candidaturas y los grupos que empiezan mayormente a controlar, contra quienes no queremos eso.
SU NOMBRE HA SONADO EN LOS ÚLTIMOS DÍAS PARA PRESIDIR ACCIÓN NACIONAL DESPUÉS DE LO QUE HAN LLAMADO EL PERIODO DE REFLEXIÓN…
No he estado buscando ni llegar a la presidencia del partido ni tampoco la coordinación de la fracción del PAN porque yo me promoví entre los bajacalifornianos para ser senador de la República por Baja California, y ese es mi compromiso, 390 mil 622 bajacalifornianos votaron por mí. De repente brincarme a una agenda partidista no se me hace congruente con lo que estuve platicando con los bajacalifornianos.
AL PRESIDENTE SE LE ATRIBUYE CULPA EN LA DERROTA, ¿LE HA HECHO DAÑO AL PARTIDO?
En estas dinámicas de haber ganado el gobierno, paradójicamente nos están haciendo poner en condiciones muy difíciles al partido. Es paradójico, porque yo competí contra Felipe Calderón por la presidencia nacional en 1996 y él sacó un slogan que decía: “Ganar el gobierno sin perder al partido” y mire usted ahora.