Jerusalén. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) pidió hoy el apoyo de toda la comunidad internacional, y de la UE en particular, de cara a la solicitud que presentará a la Asamblea General de la ONU para que Palestina sea admitida como estado no miembro.
“Lo que les pedimos es que se comprometan a estar a nuestro lado”, dijo la dirigente palestina Hanan Ashrawi en una intervención ante diplomáticos y periodistas internacionales en el primer acto organizado en 12 años por la OLP en Jerusalén Este, una cena de “iftar” (ruptura del ayuno en el mes de Ramadán).
La dirigente mostró, en declaraciones a, su esperanza de que si “Estados Unidos retira su ayuda a Palestina como consecuencia de nuestra solicitud a la ONU, los países europeos tomen su lugar” para sustituir la cooperación norteamericana, “que de todas formas no es tanta estos días”.
Con las banderas de Palestina y de la OLP a sus espaldas, sobre un vista de la ciudad vieja y la mezquita de Al-Aqsa, Ashrawi aseguró que “la decisión de acudir a la ONU, tanto si es a la Asamblea como al Consejo de Seguridad, ya ha sido tomada” y únicamente “queda por decidir el cuándo”.
El pasado septiembre el presidente palestino, Mahmud Abás, entregó al Consejo de Seguridad una solicitud de admisión como estado de pleno derecho en la ONU, donde hasta ahora los palestinos están representados por la delegación de la OLP que tiene estatuto de “entidad observadora”.
Esta petición no prosperó y Estados Unidos dejó claro que la vetaría en el Consejo de Seguridad, por lo que los palestinos han decidido dirigirse ahora a la Asamblea, donde obtendrían una fácil mayoría que puede concederle el estatus de “estado no miembro”.
El reconocimiento de la ONU como estado, aunque sea no miembro, podría abrir la puerta a Palestina a formar parte de otras agencias y cuerpos multilaterales y darle derecho, entre otras cosas, a llevar sus reclamaciones ante tribunales internacionales.
“Estamos recibiendo mucha presión de Estados Unidos”, señaló Ashrawi al indicar que las fechas que se están barajando tienen en cuenta que las elecciones estadounidenses se celebran en noviembre.
La política palestina calificó la presión estadounidense de “chantaje” y subrayó que “Palestina no está en venta” y que seguirá las iniciativas que respondan a sus intereses.
“Queremos que el mundo esté con nosotros y que la Carta de Naciones Unidas y de los Derechos Humanos se apliquen también a los palestinos, y que Israel sea responsabilizada de sus acciones”, concluyó.