La sequía en EU desde 1950, esta teniendo un impacto en los precios de los granos, hortalizas y productos agropecuarios a nivel mundial y por consecuencia en el precio de la marihuana. Desde el año 2000 aumentó de manera considerable la siembra de marihuana en EU a tal grado que se estima que el 20% del mercado americano era abastecido por las cosechas locales. Los productores locales se concentraban en parques nacionales, producciones clandestinas en casas y negocios que eran detectados mediante un análisis del consumo de luz y productores certificados en California que comercializaban parte de su cosecha.
Esta reducción en la producción de marihuana también impacto cosechas en Chihuahua y Sinaloa en menor medida, lo cual fue compensado con aumentos en la producción en estados como Michoacán, Guerrero, Zacatecas e inclusive San Luis Potosí. Esto se debe a que la sequía no fue tan drástica como en EU y al hecho que los sembradíos de mota en México si cuentan con sistemas de riego. En el mes de febrero y marzo a nuevos productores que estaban dispuestos a correr el riesgo de entrar al mercado de estupefacientes podían obtener semilla de marihuana como regalo y obtener un precio de 100,000 pesos por la tonelada a diferencia de 3,000 pesos por tonelada de maíz.
El aumento en la demanda dio origen a que más personas y nuevas organizaciones entraran al negocio de la siembra, secado, empaquetado y transporte de mota. Lugares como San Luis Potosí que habían sido de paso o ruta para el tráfico de droga pasaron a ser productores de marihuana.
Y es que los rendimientos de este alcaloide que cada vez cuenta con una mayor aceptación entre la sociedad y ahora muchos líderes de opinión están a favor de legalizarlo crea utilidades estratosféricas, si es que viven para cobrarlas. En México el precio de una “vela” o cigarro de marihuana ronda entre los 10 y 15 pesos cuando en EU, de acuerdo al sitio www.priceofweed.com el precio de una onza (28 gramos) puede rondar entre 170 y 200 dólares.
Este impacto transnacional es lo que debería ser la base de un diálogo con EU más allá de las quejas y reclamos sordos en ambos países. El impacto de las condiciones climáticas en un país aumenta la producción y la violencia en otro. Si ambos países no se sientan a buscar soluciones para mitigar estos impactos, lo que vemos son reacciones descoordinadas y reactivas a un fenómeno que se pronóstico con antelación, como es el clima.
La violencia que hemos visto en estos días se debe a que hay más jugadores el mercado de la marihuana no porque se estén desmantelando los cárteles, sino porque el mercado esta en expansión y este soporta más jugadores. La racha de violencia también es consistente con la que se ha realizado en otros años, después de la cosecha de marihuana ya que es la época de cobros, pagos, entregas, y cargamentos decomisados y en esta industria las disputas comerciales no se resuelven ante un juez mercantil sino con balas. Claro que los voceros gubernamentales dicen que esto se debe a una división en el Cartel de los Zetas, sin embargo nadie se pregunta por qué tantas organizaciones se dividen y siguen existiendo. Esto se debe a que el mercado esta en crecimiento y acepta un mayor número de jugadores. Como ejemplo vemos como en el 2005 había cuatro organizaciones y ahora contamos más de ocho con capacidad para realizar operaciones internacionales de trasiego de droga.
A esto hay que agregar la ineficacia del Estado para inhibir la producción de marihuana. México es de los pocos países que no cuenta con una tecnología para estimar la producción y detectar los sembradíos de marihuana. A su vez la Secretaría de la Reforma Agraria y la Sedesol nunca desarrollaron programas de sustitución de cultivos, lo cual es un elemento indispensable para reducir la producción. Es importante que estos elementos se tomen en cuenta si se quiere que Apatzingán deje de ser la capital mundial de la marihuana.
Frases célebres: “Que se vayan al diablo con sus instituciones”, Andrés Manuel López Obrador, 2006
info@risk-evaluation.net | @albertoislas