Del total de aguas residuales que se generan a diario en el país, sólo 46%, en promedio, recibe un tratamiento para producir agua limpia o reutilizable. A la fecha, sólo 11 entidades del país han superado la meta establecida por el gobierno federal de alcanzar una cobertura de 60%.

 

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las entidades más avanzadas en este rubro son Aguascalientes, Baja California y Nuevo León, que alcanzaron ya una cobertura de 100%; les siguen Guerrero con 88%, Nayarit con 79%, Chihuahua y Sinaloa con 74%, Tamaulipas con 69%, Durango 68%, Quintana Roo 63% y San Luis Potosí con 62%.

 

México se comprometió en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a alcanzar una cobertura de 60% en 2012, sin embargo 21 estados muestran todavía rezagos en esta materia.

 

Destacan con la cobertura más baja Yucatán y Campeche en el sureste, con 3% y 6%, respectivamente, mientras que en el centro del país Hidalgo y el Distrito Federal registran una cobertura de 15%, en ambos casos, mientras que en Morelos es de 20%.

 

Uno de los problemas, dice Noé Hernández Cruz, subgerente de tratamiento de la Conagua, es la falta de infraestructura, que no crece al mismo tiempo que lo hace la población. El gobierno federal, añadió, realiza 52 obras nuevas en distintas ciudades de la República Mexicana, que una vez concluidas se espera que la cobertura en tratamiento de aguas residuales se amplíe a 65%.

 

Reconoció que antes de que concluya la presente administración debían haber quedar concluidas las dos obras más importantes, sin embargo problemas económicos retrasaron la construcción de dos plantas en Guadalajara y la de Atotonilco, Hidalgo, que tratará todas las aguas residuales del Valle de México.

 

La Conagua dejará un avance de 80% en las tres plantas, los recursos y el compromiso de que la siguiente administración las concluya y ponga en operación.

 

“Estamos planeando que llegar a la cobertura universal solamente será posible hasta el 2030. No es cuestión ya de dinero, humanamente ya no es posible porque la población sigue creciendo y nosotros vamos atrás de ellos dándoles servicios de alcantarillado primero, y luego de tratamiento de aguas negras”, reconoció el funcionario.

 

 

Capacidad subutilizada

 

Pero la cobertura no es el único problema,  toda vez que el caudal de aguas residuales que generan los hogares, instituciones y locales comerciales e industriales y que recibe tratamiento es menor a la capacidad instalada existente.

 

El reporte de la Conagua señala que el caudal que es sometido a una serie de procesos químicos para su disposición o reúso en los 21 estados que aún no alcanzan el 60% de la cobertura asciende a 97 mil 291 litros por segundo, en tanto que la capacidad de la infraestructura existente es de 135 mil 218 litros por segundo.

 

Por su parte, en las 11 entidades más avanzadas el caudal tratado es de 43 mil 927 litros por segundo, cuando la capacidad instalada es de 59 mil 312 litros por segundo.

 

Es el caso de Boca del Río, en Veracruz, donde la Conagua detectó que a pesar de la existencia de una planta de tratamiento el municipio no la operaba las 24 horas debido al elevado costo de la energía.

 

Sin drenaje, 10% de la población

 

Aunque la cobertura de drenaje alcanza a 90 de cada 100 habitantes, todavía 10% de la población carece de este servicio, derivado de lo cual descarga sus aguas residuales directamente en ríos, arroyos o cualquier cuerpo de agua cercano.

 

Estas descargas van a parar finalmente a las playas del país, muchas de las cuales muestran altos niveles de contaminación por heces fecales.

 

El funcionario de la Conagua explicó que el problema para recolectar las descargas de este porcentaje radica en que se trata de asentamientos en los llamados cinturones de pobreza de los municipios, que crecen de manera descontrolada.

 

La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría del Medio Ambiente federal existen 31 playas con niveles que son hasta 120 veces más altos que los permitidos por las normas oficiales, sobre todo en Veracruz. Las autoridades admitieron que las aguas negras sin tratamiento, son las principales fuentes de contaminación.

 

PERSPECTIVA 2030

 

Se estima que en menos de 20 años se generarán más de siete mil millones de litros de aguas negras en todo el país, esto es, cuatro mil millones extras a los que se producen en la actualidad.

 

De acuerdo con la Agenda 20-30 de la Conagua, esta brecha “estará integrada principalmente por insuficiencia de capacidad instalada para el tratamiento de aguas residuales, capacidad instalada sin operar por falta de red de alcantarillado y agua residual tratada de manera ineficiente”.

 

Además, se espera que la industria eleve sus volúmenes de aguas residuales, que tampoco serán tratadas de manera adecuada, ya que para procesar éstas y las descargas municipales se requiere una inversión de 114 mil millones de pesos, únicamente para plantas de tratamiento.

 

Aunado a esto, Hernández Cruz resaltó que la población seguirá aumentando y asentándose en lugares irregulares, donde no será posible llevar los servicios de drenaje.

 

Enfermedades diarreicas, cólera, disentería, fiebre tifoidea y hepatitis A se pueden transmitir a través del agua contaminada