Ginebra. Al menos 25 profesionales de los medios de comunicación han muerto en Siria desde principios de año, afirmó hoy la Campaña Emblema de Prensa (PEC), que comparó el peligro para los medios en ese país con el que había en Irak entre 2003 y 2006.

 

“Siria se ha convertido en un lugar tan peligroso para los trabajadores de los medios de comunicación como lo fue Irak en el periodo entre 2003 y 2006”, afirmó la PEC en un comunicado, en el que condenó los ataques contra los periodistas, tanto por parte de las fuerzas gubernamentales como por parte de la oposición armada.

 

Según esta organización, la situación en Siria “se ha deteriorado aún más, en una guerra civil con participación de varios bandos con muchas facciones incontroladas, y un nuevo fenómeno: el secuestro”.

 

La PEC citó los casos recientes de Ali Abbas, jefe de la sección de Interior de la agencia estatal siria SANA asesinado en su casa el pasado sábado, y de Bara’a Yusuf al-Bushi, desertor del ejército sitio que trabajaba para el canal de televisión Al Arabiya muerto en un ataque con bomba mientras trabajaba en la localidad de Al-Tal.

 

“La PEC también está gravemente preocupada por el paradero de un equipo de la televisión estatal siria, secuestrado mientras cubría los combates entre el ejército sirio y grupos armados en los suburbios de Damasco”, agregó la organización en su nota.

 

La PEC tiene constancia de al menos otros dos secuestros de periodistas en las localidades de Homs y Alepo.

 

Esto se suma al asesinato no confirmado de Mohamed Sayed, presentador de la televisión estatal secuestrado en su casa de Damasco el 19 de julio, en una acción asumida por el grupo islamista Al Nosra.

 

Esta organización recordó también que al menos 8 periodistas extranjeros han resultado heridos en el último mes mientras informaban sobre los combates en Alepo, y subrayó la necesidad de que las partes recuerden que las sedes de los medios de comunicación son instalaciones civiles que no pueden ser atacadas.

 

La semana pasada, una bomba explotó en el edificio de la televisión estatal, hiriendo a varios empleados.