Washington. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzó hoy a aceptar solicitudes para la acción diferida a jóvenes indocumentados que llegaron de niños a Estados Unidos.
“El USCIS ha desarrollado un riguroso proceso de revisión para las peticiones de acción diferida bajo las directrices emitidas” por la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, dijo el director del USCIS, Alejandro Mayorkas.
La medida favorece a los jóvenes que están o han terminado en la escuela, han servido en las fuerzas armadas y carecen de antecedentes penales.
Señaló que los inmigrantes que cumplen con los requisitos “podrán ahora vivir sin miedo a la deportación y tener una mayor capacidad de contribuir plenamente con sus talentos a este gran país”.
El USCIS explicó en un comunicado que los casos se analizan individualmente y que el programa no ofrece un camino a la residencia permanente o a la ciudadanía.
Los casos aprobados se podrán renovar por dos años y los beneficiarios pueden solicitar un permiso de trabajo. El costo de los trámites es de 465 dólares.
El Centro de Políticas de Migración y el Centro Hispano Pew calculan que 1.7 millones de jóvenes entre 16 años y menos de 31 años podrían beneficiarse del programa y que la cifra de beneficiados inmediatamente se calcula en un millón.
Mientras tanto, numerosas organizaciones en Estados Unidos han organizado seminarios de información y las redes sociales para ayudar a jóvenes a solicitar el programa y despejar dudas sobre los requisitos.
Una de las potenciales beneficiadas es la activista Erika Andiola, de origen mexicano, quien llegó a los 11 años y en 2009 se graduó en psicología.
Andiola es una de las cofundadoras de la Coalición del Dream Act de Arizona, en referencia al proyecto de ley que ha permanecido estancado en el Congreso por años y que busca la legalización permanente de muchos jóvenes indocumentados.