Naciones Unidas. El diplomático argelino Lakhdar Brahimi fue nombrado hoy como nuevo enviado especial conjunto de Naciones Unidas (ONU) y de la Liga Árabe para Siria, en remplazo de Kofi Annan, informó hoy el organismo internacional.
Brahimi tendrá la difícil tarea de pacificar Siria y de sentar las bases para que tanto el gobierno del presidente Bashar al-Assad, como la oposición comiencen un proceso de diálogo político para terminar un conflicto que en 17 meses ha causado la muerte de 18 mil personas, según la ONU.
El diplomático argelino representa el más reciente esfuerzo de la ONU por lograr una solución diplomática en Siria, pese a que analistas y expertos consideran esta posibilidad cada vez más remota.
“La diplomacia para promover una solución pacífica para el conflicto en Siria sigue siendo la más alta prioridad de las Naciones Unidas”, expresó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al hacer el anuncio del nuevo enviado especial a través de unos de sus voceros.
Ban afirmó que una mayor militarización del conflicto solo exacerbaría el sufrimiento en Siria y haría más difícil el camino hacia una solución pacífica de la crisis.
Durante el anuncio de hoy, Ban agradeció la voluntad del diplomático argelino para aportar su considerable talento y experiencia para esta tarea crucial, y pidió el apoyo de la comunidad internacional para su labor.
En su tarea, Brahimi “necesitará, y es lo que correctamente espera, un fuerte, claro y unificado apoyo de la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad”, explicó Ban.
De acuerdo con la biografía oficial elaborada por la ONU, Brahimi se ha desempeñado como asesor de Ban Ki-moon en una “amplia gama de temas”, entre los que incluyen la prevención y la resolución de conflictos.
Exministro de Relaciones Exteriores de Argelia, Brahimi fungió también como representante especial de la ONU en numerosos puestos de alto perfil, incluido Afganistán, durante los primeros años de la invasión, y Sudáfrica, al final del régimen del Apartheid.
El diplomático argelino sustituirá a Annan, ex secretario general de la ONU, luego de que éste anunciara a principios de agosto su renuncia, efectiva a finales de mes, decepcionado por la realidad en el terreno y el escaso apoyo que recibiera del Consejo de Seguridad.
Annan había expresado en conferencia de prensa que un mediador no puede querer la paz más que las partes en conflicto, como era el caso en Siria, en donde ni la oposición ni el régimen de al-Assad han mostrado nunca verdadera voluntad de negociar.
Asimismo, la renuncia de Annan se produjo luego de que el Consejo de Seguridad fuera incapaz –por los vetos de Rusia y China– de aprobar una resolución que abriera la posibilidad de imponer sanciones al régimen de al-Assad en caso de que no cumpliera con un cese al fuego.
La tarea para Brahimi parece especialmente complicada debido a que no existe ninguna señal de que Rusia y China cedan en sus posiciones en el Consejo de Seguridad con el fin de ejercer mayor presión al régimen de al-Assad para que éste imponga un cese al fuego.
El diplomático argelino ni siquiera contará con el apoyo de la Misión de Observadores de la ONU en Siria, que terminará sus operaciones este fin de semana, según acordó la víspera el Consejo de Seguridad.
Además de Brahimi, la presencia de la ONU a partir de septiembre se limitará a una oficina de enlace político y a la entrega de asistencia humanitaria, en medio de un conflicto en que ambas partes han cometido “crímenes de guerra”, según el propio organismo internacional.