Ginebra. Un grupo de la misión de observadores de Naciones Unidas (UNSMIS) abandonó hoy Damasco, tras una estancia de cuatro meses en el país árabe devastado por la violencia, informó la prensa local

 

Siete vehículos de la ONU dejaron su hotel en Damasco, con algunos de los miembros de la misión que llegó a tener desplegados 300 observadores en lugares clave del país, según cables emitidos por la prensa en Líbano.

 

El objetivo de la misión formaba parte del fallido plan de seis puntos propuesto por el ex enviado especial de la ONU para Siria Kofi Annan, y consistía en vigilar el supuesto cese al fuego acordado por el gobierno de Bashar al Assad y la oposición para entrar en vigor el pasado 12 de abril.

 

Sin embargo, a partir de esa fecha la ola de violencia aumentó de forma considerable, dejando en una posición muy riesgosa a los observadores de la ONU, quienes a raíz de varios ataques dirigidos contra ellos, se vieron obligados a suspender sus operaciones y jugar un papel pasivo.

 

Los observadores han sido testigos de la intensidad de los ataques aéreos con artillería pesada por parte del ejército sirio, de las matanzas y del aumento de capacidad de respuesta militar de la oposición, lo que desembocó en el conflicto bélico que se vive en el país.

 

El mandato de UNSMIS expiró el pasado domingo por la noche después de que el Consejo de Seguridad de la ONU descartó ampliar el mandato de la misión dadas las condiciones de violencia que imperan en el terreno.

 

Desde que iniciaron las protestas contra el régimen de Bashar al Assad se calcula que al menos 20 mil personas han perdido la vida, el Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (ACNUR) ha registrado a 170 mil refugiados sirios en países vecinos y organismos humanitarios de la ONU estiman que 2.5 millones de personas necesitan asistencia básica urgente además de acceso a servicios médicos y medicamentos.

 

Por su parte, el jefe de la Misión de Supervisión de la ONU para Siria, el teniente general Babacar Gaye, dijo en su última aparición ante la prensa en Damasco el sábado que las partes en conflicto ” tienen la obligación, bajo el derecho humanitario internacional, de garantizar la protección de los civiles, y esta obligación no se ha cumplido”.

 

Según el informe de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria liderada por el brasileño Paulo Pinheiro, el ejército sirio, con anuencia de altos niveles del gobierno, es responsable de crímenes contra la humanidad y subraya que el conflicto cobra matices de una guerra sectaria de la minoría alauí a la que pertenece Al Assad contra la oposición de mayoría suní.

 

El conflicto que ha sido comparado con el de Bosnia, amenaza con alargarse y desestabilizar la región ya que Rusia, China e Irán apoyan al gobierno de Al Assad y Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otras potencias occidentales, simpatizan con la oposición y se han pronunciado a favor de que Al Assad deje el poder y abra el camino a un diálogo político inclusivo.