Al tiempo que otros mercados bursátiles decaen, la Bolsa Mexicana de Valores está escalando a nuevas alturas.

 

El índice de precios y cotizaciones (IPC) de la Bolsa de Valores de México ha batido una marca después de otra. El indicador acumula un alza de 9.8% en lo que va del año y de 16.5% en términos de dólares, lo que convierte a México en uno de los mercados emergentes de mejor evolución.

 

En un momento, el principal motor detrás del alza fue la confianza de los inversionistas por el triunfo de Enrique Peña Nieto en las elecciones presidenciales de julio y su promesa de emprender reformas de mercado. Ahora, el repunte se ha afianzado a medida que los inversionistas reaccionan favorablemente al crecimiento económico impulsado por las manufacturas, la creciente huella regional de algunas empresas mexicanas y las expectativas de una expansión del crédito de consumo, aunque los estrechos lazos de México con la economía estadunidense siguen siendo motivo de preocupación, afirman analistas.

 

“Sin duda hay un buen camino para el futuro”, dijo Geoffrey Pazzanese, quien administra el fondo InterContinental Fund dotado de 540 millones de dólares y perteneciente a Federated Investors, que tiene acciones de países desarrollados y en vías de desarrollo. Pazzanese tiene 10% de su cartera en acciones mexicanas, comparado con una ponderación de 1.2% en el índice que sirve de referencia al fondo, el MSCI All Country World, lo que transforma a México en su mayor apuesta. Su fondo ha subido 11% en lo que va del año.

 

Asimismo, la baja relación deuda-Producto Interior Bruto (PIB) de México y el decreciente déficit comercial son factores positivos, dijo Pazzanese.

 

La economía mexicana creció 4.1% en el segundo trimestre con respecto al año anterior debido a la fuerte demanda interna, de acuerdo con datos presentados el jueves. El país ha tenido 10 trimestres consecutivos de crecimiento interanual tras salir de la recesión en 2009.