El secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, pidió prudencia ante el “fanatismo” que rodea el caso de la Nueva Jerusalén, Michoacán, pues “ahí se puede caer en un riesgo de alta violencia y accidentes que no se quiere que ocurran”.

 

Ayer, por segundo día consecutivo, seguidores del líder religioso Martín le Tour mantuvieron bloqueados los accesos a la comunidad y la casa particular que fue habilitada como escuela, con la finalidad de impedir el inicio del ciclo escolar. El lunes hubo tensión y conatos de violencia entre los dos grupos que se disputan el control de la comunidad en Michoacán.

 

En tanto, integrantes del grupo que está a favor de la educación laica anunciaron su determinación de acudir ante las autoridades federales para pedir su intervención.

 

Entrevistado luego de la ceremonia de presentación de la Universidad Abierta y a Distancia de México, en el salón Hispanoamericano de la dependencia, el titular de la SEP señaló que se trata de un problema local.

 

“Ya estamos en contacto con las autoridades federales a nivel de la Secretaría de Gobernación y las locales, pero es un problema local de fanatismo, de radicalismo, que tendrá que encontrar sus cauces a través del diálogo”, expuso.

 

Por su parte, el dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Jorge Cazares Torres señaló que mientras el gobierno del estado no garantice la seguridad y las condiciones de infraestructura para la impartición de clases en la Nueva Jerusalén, los 11 maestros asignados a la comunidad no acudirán a dar clases.

 

Las pugnas entre los grupos de pobladores se recrudecieron el pasado 5 de julio, cuando siete aulas de clase de los niveles preescolar, primaria y secundaria fueron destruidas por hombres afines al sacerdote “San Martín de Tours”, quien mantiene el control de la Ermita Sagrada, donde se venera a la Virgen del Rosario.

“San Martín”, heredero del poder que mantenía el hoy extinto Nabor Cárdenas, ha ordenado a más de 500 de sus seguidores impedir el inicio del ciclo escolar 2012-2013, que se tenía previsto para este lunes en las casas de algunos de los padres de los más de 280 alumnos de la comunidad.

 

Esa orden desató enfrentamientos a golpes entre los seguidores del dirigente religioso y disidentes que están en favor de la educación, lo que motivó al gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, a lanzar el lunes un ultimátum.

 

 

El mundo está perdido…

 



La Nueva Jerusalén está en el municipio de Turicato, a 126 kilómetros de Morelia, capital de Morelia. De acuerdo con un libro editado por los religiosos del lugar, comenzó a edificarse después del 13 de junio de 1973.

 

En esa fecha, la Virgen del Rosario supuestamente se apareció por primera vez en el lugar denominado El Callejón, ahora la Ermita Sagrada, a una mujer llamada Gabina Sánchez viuda de Romero.

 

Gabina Sánchez dio el mensaje al entonces obispo Nabor Cárdenas de la Arquidiócesis de Tacámbaro, a la que pertenece Turicato, quien desconoció a la Iglesia Católica y fundó La Nueva Jerusalén bajo la consigna: “El mundo está perdido y se va a perder”.

 

Cárdenas fue excomulgado por el Vaticano y popularmente llegó a ser conocido como “Papá Nabor”, mientras que Gabina Sánchez asumió el nombre de “Mamá Salomé” tras convertirse en “vidente ” y supuesta interlocutora de la Virgen.  Ambos ordenaron a los nueve mil habitantes, la mayoría gente pobre proveniente de todo el país, orar en grupos por la salvación del mundo.

 

En 1982, Mamá Salomé fue relevada como vidente por Mamá María de Jesús, una monja que junto con 200 de sus compañeras abandonó un convento para sumarse a La Nueva Jerusalén.

 

Las pugnas por el poder, que ponían en riesgo el liderazgo de Papá Nabor, derivaron en la expulsión, ese mismo año, de cuatro mil de los nueve mil habitantes que entonces oraban las 24 horas del día.

 

A finales de la década de los 90, lugareños denunciaron ante autoridades estatales que la comunidad se convirtió en refugio de la hoy extinta banda “Gavilla de los 30”, un grupo armado de presuntos sicarios, asaltantes y narcotraficantes de la región.

 

Entre los integrantes de ese grupo figuraba Agapito Gómez Aguilar, quien a la postre se convirtió en vidente de la comunidad. Gómez falleció a los 76 años el 27 de septiembre de 2008. Papá Nabor murió a los 95 años en febrero de ese mismo año, aunque antes recibió el perdón de la Iglesia Católica por el obispo Luis Castro. También designó como su sucesor a “San Martín de Tours”.

 

El 15 de mayo de 2005, Bartolo Eugenio Cruz, quien con varios lugareños denunció ante la policía los delitos de acopio de armas, tráfico de drogas, secuestro y violación perpetrados presuntamente por Gómez Aguilar y un grupo de seguidores, fue asesinado a balazos cuando salía de orar de la Ermita Sagrada.

 

Autoridades federales y estatales tardaron más de 24 horas en ingresar a la zona, tiempo que de acuerdo con familiares de la víctima fue utilizado para sacar armas, drogas e, incluso, una avioneta de la localidad. (EFE)