Es definitivo. La tecnología de consumo ha permitido que un niño regrese a clases con menos útiles y con más, mucho más, acceso al mundo del conocimiento e interacción humana que ofrece internet desde la palma de la mano.

 

La conectividad digital ha llevado el proceso de comunicación a la velocidad de la inmediatez. Ahora, también permite que tanto estudiantes como profesores no sólo consulten información desde cualquier lugar y a través de prácticamente cualquier dispositivo móvil, sino que además compartan nuevos contenidos.

 

El estudiante ya no necesita un cuaderno dedicado para cada materia, diccionarios para español y otro para inglés -u otros idiomas-, entre otros materiales clásicos de escuela. Ahora, con un iPad, iPod o una de estas laptops ultraligeras -MacBook Air- y algunas aplicaciones digitales, está muy bien equipado para navegar por el inmenso océano de conocimiento de internet.

 

Esto en México ya es una realidad. Cada vez más escuelas -públicas y privadas- virtualizan contenidos para que sean consultados en dispositivos móviles. Los estudiantes operan en la escuela como “pequeños ejecutivos” que toman datos de diversas fuentes y la presentan en un trabajo que genera nuevo contenido.

 

Trabajan bajo presión de tiempo y con la misión de sintetizar conocimiento que ellos descubren por sí mismos en la web y lo comparten en línea como un nuevo contenido, sometiéndolo al escrutinio de compañeros y, obviamente, profesores. Efectivamente, un modelo educativo constructivista.

 

En torno a este tema, Apple lleva varios pasos adelante pues, además de ser el fabricante del iPad, iPod y MacBook Air, cuentan con iTunes U, un revolucionario sitio en línea donde escuelas reconocidas concentran valioso contenido educativo disponible de forma gratuita.

 

Esa es la razón por la cual dispositivos como el iPad, iPod o la MacBook Air proliferan en muchas escuelas del país. La filosofía de Apple es la sencillez de uso y la conectividad extrema, a lo cual se le suma esta valiosa prestación académica llamada iTunes U.

 

No es de extrañarse que el iPad sea hoy día el nuevo cuaderno de los estudiantes, una suerte de lo que fueron las memorables Trapper Keeper en la década de los 80. Hoy los alumnos tienen a su alcance miles de aplicaciones para la escuela y el estudio -y también para el entretenimiento-. Por ello el iPad es una auténtica “navaja suiza” de apps.

 

El tema de la tecnología da mucho más al estudiante. Por ejemplo, Western Digital ha introducido en México algo que se llama MyBook, un disco duro para el hogar que permite crear una “nube” personal segura a la cual sólo el usuario tiene acceso.

 

Es gratuita porque no se paga costo alguno por el hosting de contenidos y lo mejor del caso, se puede acceder y compartir la información desde cualquier lugar a través de la App WD 2go -para iPhone o iPad casualmente, lo cual hace que la tarea nunca se quede olvidada en casa.

 

Si la vida laboral para una persona de entre 22 a 60 años va a la velocidad de la inmediatez, ha permeado a la vida en la escuela. Ahora la tecnología dinamiza el proceso de enseñanza-aprendizaje abriendo la posibilidad a las generaciones más jóvenes de tomar máxima ventaja de internet.

 

Como queda en evidencia, realmente la mochila en este regreso a clases es más ligera, con un iPad o una MacBook Air y un MyBook en casa, obviamente más una buena conexión a la red, se tiene todo lo necesario para ser un estudiante de vanguardia… Un estudiante montado en el lomo de la innovación tecnológica para descubrir y compartir conocimiento.

 

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