Enrique Peña Nieto estudia con su equipo hacer una reingeniería del gabinete gubernamental, en la que se prevén cambios en la Secretaría de la Función Pública, la de Gobernación, la de Seguridad Pública y el sistema de salud.

 

Estos cambios requieren aprobaciones por parte del Congreso, como la desaparición de la Secretaría de la Función Pública para crear la Comisión Nacional Anticorrupción.

 

Esta comisión sería autónoma y tendría atribuciones para la investigación, así como para poder sancionar a los funcionarios corruptos. La iniciativa para crearla se presentará en los próximos días en el Congreso de la Unión, con la finalidad de que esté aprobada antes de que inicie el próximo sexenio.

 

De acuerdo con los propios documentos y dichos de Peña Nieto, respecto de la Secretaría de Gobernación se estudia devolverle facultades para que vuelva a ser el centro de la política nacional, además se le reintegrarían algunas funciones que se trasladaron a la Secretaría de Seguridad Pública en el actual sexenio, como las de inteligencia.

 

De esta forma, esta última dependencia dejará de ser el eje del gabinete de seguridad del gobierno federal. La Policía Federal continuaría operando como hasta ahora y crecería su fuerza policial, pero también se crearía la Gendarmería Nacional que sería una fuerza de apoyo a los gobiernos municipales que tienen debilitadas sus instituciones policiacas y se crearían las policías estatales únicas.

 

Otra modificación casi total es la del sistema de salud, ya que de aprobarse la iniciativa para la reforma de Seguridad Social, dejarían de existir por separado los servicios de salud del IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, así como los servicios estatales de salud.

 

Peña Nieto explica en su propuesta de Gobierno Eficaz que “el nuevo Sistema de Seguridad Social Universal debe integrar el sector salud para alcanzar dos objetivos: evitar que se dupliquen los servicios para poder reducir el costo total del sistema, y que los usuarios puedan decidir la clínica y el médico de su elección”.

 

Este sistema será un piso de protección social, básico y gratuito para dar  acceso efectivo a los servicios de salud, pensión para la vejez, seguro de desempleo y seguro de riesgos de trabajo.

 

En cuanto a los servicios de salud la visión será totalmente diferente, ya que la protección se otorgará por la condición de ciudadano y no por la de trabajador.

 

Aunque sí se contemplan cambios en los servicios de salud para hacer un solo servicio nacional, en el rubro de pensiones éstas serían básicas y complementarían, no sustituirían, al actual sistema de ahorro para el retiro ni a las afores, cuyo funcionamiento seguiría sujeto al mercado laboral.

 

Otra de las propuestas que se mencionan es fortalecer la oficina de la Presidencia, pero depende de cómo se definan las funciones de Gobernación, ya que se maneja la posibilidad de centrar en la Presidencia la negociación política.

 

Esta reingeniería se está estudiando en diferentes equipos encabezados por las  personas más cercanas al candidato ganador, Enrique Peña Nieto; principalmente se analizan en la oficina del coordinador de Políticas Públicas, Luis Videgaray.