Equipos de restauradores de España analizan en la localidad aragonesa de Borja, Zaragoza, noreste del país, cómo intentar arreglar la pintura legendaria “Ecce homo”, (representación de Jesús), que manipuló y “destrozó” una vecina del pueblo, sin “mala idea”.
Dos trabajadoras de la empresa de restauración “Albarium” se mostraron este lunes “optimistas” en poder arreglar la obra de alrededor de un siglo de antigüedad, realizada por el artista Elías García Martínez, y cuya alteración ha captado la atención en las redes sociales a nivel mundial.
Las expertas declararon que “están contentas” con lo que analizaron, pero que quieren ser “prudentes” con los resultados de los análisis químicos y el informe final sobre las posibilidades del arreglo.
Las dos restauradoras, que causaron gran revuelo en la pequeña localidad (donde muchos no quieren un “nuevo retoque”), conversaron antes con la anciana que “destrozó” la obra, Cecilia Giménez, de 81 años, para consultarle qué tipo de pinturas y herramientas utilizó.
La octogenaria, que tiene el apoyo de su pueblo, y que vive envuelta en un foco de atención sin precedentes en la zona, dijo que fue “al óleo”.
También, otro equipo de restauradores, en este caso recomendado por la Consejería de Cultura del gobierno de Aragón hará otro informe para ofrecer posibles soluciones al caso.
Aún así, el alcalde de Borja, Francisco Miguel Arilla, dijo que aunque expertos están analizando la pintura “no se tomará ninguna decisión” en firme hasta conocer los resultados finales.
De hecho, desde Internet, se recogen firmas para que se mantenga el estado actual del Cristo y dan su total apoyo a la anciana que recientemente sufrió un ataque de ansiedad por el lío suscitado.
Asimismo, la Asociación del Santuario de Vecinos de Borja, da “todo el respaldo” a la vecina y piden que no restauren el “Ecce homo”, de “ninguna manera”.
Un suceso que se vive en la localidad con gran expectación, donde además, desde este lunes, guardias de seguridad escoltan la pintura para protegerla de los miles de curiosos que se acercaron a verla.
Ciudadanos venidos de fuera de Aragón, e incluso de fuera de España, y medios de comunicación de lugares como Japón, visitaron y se intrigaron por el caso de la pintura de Borja “destrozada” sin mala intención, por la vecina del pueblo.