BERLÍN. La canciller alemana, Angela Merkel, pidió a sus socios de gobierno y europeos que midan sus palabras a la hora de abordar la crisis de la zona del euro, especialmente en lo que se refiere a Grecia, ante las consecuencias que puedan tener las declaraciones.
“Todos deberían medir bien las palabras”, dijo Merkel en una entrevista con las cadenas de televisión alemana ARD y ZDF en la que advirtió de que “hay que actuar con mucha cautela cuando se conocen las actuales necesidades de cambios en Grecia”.
La canciller pidió moderación y salió así al paso de las voces que reclaman la salida de Grecia del euro en Europa, pero también en su propia coalición de gobierno, como algunos dirigentes de su socio menor de la Unión Socialcristiana de Baviera.
Tras subrayar que “Europa se encuentra actualmente en una fase decisiva para combatir la crisis del euro”, Merkel señaló: “Somos responsables unos de otros en Europa. Europa no es solo una Unión Monetaria, sino una comunidad política que durante muchas décadas ha traído paz”.
Al igual que el pasado viernes, cuando recibió al primer ministro griego, Andonis Samarás, en Berlín, Merkel señaló que antes de emitir juicios sobre el futuro de Grecia hay que esperar a conocer el informe de la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Interrogada por su opinión personal tras el encuentro con Samarás, Merkel dijo tener “la impresión de que se esfuerza”, y añadió: “Le dije que queda todavía mucho por hacer”.
La canciller expresó tras esa cita su deseo de que Grecia permanezca en la zona del euro, pero se mostró inflexible al exigir a Atenas que cumpla con sus compromisos y los plazos de los acuerdos alcanzados para su rescate financiero.
Merkel comento que la crisis del euro debe ser afrontada no solo con la actuación del BCE y la aplicación de los fondos de rescate, sino con la “corrección de los errores del pasado” cuando se fundó la Unión Monetaria.
Ese será “tema de los próximos meses”, dijo la canciller, quien exigió de sus socios europeos no conformarse con la unión fiscal y avanzar mas en la integración asumiendo mas compromisos y ofreciendo mas coherencia para alcanzar una mayor unión continental.
“El euro solo será una moneda estable si recupera su credibilidad”, afirmó la jefa del gobierno germano, quien negó además “tener indicios” de que el FMI pudiera suspender su ayuda para apoyar los esfuerzos de rescate en los países en crisis de la zona del euro.
La canciller alabó además al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, por su postura crítica y sus advertencias a los políticos sobre los límites de actuación del Banco Central Europeo.
Weidmann, en declaraciones que publicó ayer el semanario “Der Spiegel”, advierte al BCE contra el inicio de un nuevo programa de compra de deuda pública y afirma que ese tipo de financiación puede “crear adicción como una droga”.