Estudio 14, Sony Pictures Entertainment, Los Ángeles, California. Un gran marco dorado con un candelabro al centro flota en el techo, paredes que simulan encaje y grandes gotas que –pareciera- salpican la escenografía, rompen con lo clásico y refinado que podría llegar a ser el lugar en el que está el escenario, 100 sillas al frente, 40 para familiares y 60 para amigos, todos esperando las confesiones y música de P!ink.
Un baterista, dos guitarristas, un teclado y dos coristas empiezan a tocar unas notas que nos hacen pasar, en segundos, de una calma refinada -por el encaje-, a un salto del asiento que nos hace perder la compostura con P!nk y cantar: “So what, I´m still a rock star, I got my rock moves, and I don´t need you”.
“Gracias por venir”, dice en el arranque, “parece que es un programa para mí sola, sí es un programa para mí y vamos a charlar y yo voy a cantar. Nunca había hecho antes algo así, ¡puedo decir lo que se me ocurra! Me encanta esta idea. Además, no es por nada pero soy muy graciosa”. La gente le aplaude de pie.
“Así que So What”, añade P!ink. Pero no era sólo el título de su más famosa canción, sino la explicación de por qué la escribió. “Me estaba separando de Carey Hart y me encantan las bromas y el buen humor así que, un día empecé a cantar y bailar a lo tonto en la casa. Decía: creo que perdí a mi marido ¡y qué!, sigo siendo una estrella de rock. Me gustó, así que escribí lo que dije y me reuní con Max Martin (compositor y director), con él le dimos todo el sentido y así creamos esa canción. Fue muy divertido, tan divertido como que me pidieran la cantara para abrir la entrega de los premios MTV en Las Vegas (2008). ¿Hay algún lugar más divertido que Las Vegas?” Todos sonreímos.
Carey Hart y P!nk se conocieron en 2001, y cuatro años después la cantante le propuso matrimonio. Se casaron en Costa Rica en 2006, y en 2008 se separaron. Un año después se reconciliaron; hoy siguen juntos y tienen una pequeña de un año, Willow Sage Hart.
La imagen dura con la que siempre aparece, los 16 tatuajes, piercing, así como su tono irónico en las declaraciones ante medios, han hecho que la gente tenga una percepción completamente distinta a la realidad. Se piensa que la cantante es una mujer que genera problemas, un poco darketa rayando en lo punk, y con ligereza podemos creer que es seguramente adicta a sustancias nocivas y, sin duda, violenta.
Entonces, luego de ese mapa de percepciones sobre ella, P!nk nos ubica y nos traslada a un momento completamente desconcertante. Después de la explicación de la primera canción y de mostrar de manera graciosa “el dedo grosero”, dice “Hi mom” y cambia el tono de voz a uno completamente lleno de emoción, dulzura, alegría y orgullo de ver que Judy Moore, su mamá, está sentada en el centro de la audiencia y se para de puntitas para ubicarla.
De inmediato los que estábamos ahí tratamos de hacerlo también y no fue difícil. Tenía la misma mirada de orgullo que vimos en su hija segundos antes, acompañada de una sonrisa muy similar, mucho más bajita y muy emocionada, que, con la mano, saludó y envió a su hija un beso.
Estas cosas no se ven en los conciertos, entrevistas ni en los shows. Son situaciones espontáneas que nos ubican perfecto en la intimidad del momento que estamos viviendo, y a pesar de que las dos estaban rodeadas de 99 personas más, parecía se encontraban solas.
“Las giras son muy divertidas, esta canción nació en mientras estábamos de gira”, retoma P!nk. “Estábamos en Tampa, muchas risas, acompañada de amigos, me hice ahí un tatuaje, llena de amigos, mucho alcohol, un amor loco, un poco de drogas -se interrumpe a si misma con un poco de vergüenza- Hi, mom”.
Se escuchan las notas de Heartbreak down y empieza a cantar. No muestra esfuerzo alguno en la voz, al contrario, pareciera que no sólo está a gusto en el tono, sino que podría dar mucho más aún. Baila, se tira en el piso, camina coqueta, intercambia miradas con sus coristas y entonces, no sólo se acompañan en la letra sino también recuerdan alguna travesura que desconocemos al reír entre las palabras de las estrofas.
“Me dicen que me tienen que poner un poco de polvo para quitarme el brillo así que, me tengo que ver linda en mi programa”, sonríe mientra camina tarareando a la parte baja del escenario. Bastan dos minutos para que regrese lista.
“Realmente tengo al maldito mejor equipo del mundo, todos tienen talento pero no es sólo eso, somos, aunque suene trillado, como una familia, nos divertimos, discutimos, reímos, lloramos y lo más importante, nos queremos. Por ejemplo, mi ingeniero de voz cuando no estamos en gira me llama y me dice: te extraño porque ni mi esposa me trata como tu”. Todos reímos.
Entre canciones y revisiones técnicas, P!nk no baja del escenario; se queda bromeando con la gente. “Oye! vi a varios chicos ¡Hot! -le dice a una chica de la primera fila-, wow, no hablo español pero me gusta mucho más cómo lo dicen en español”. Entonces pregunta a la audiencia: “¿alguien sabe como se les dice a los chicos que están en su punto? Y de los asistentes se escucha un grito “¡Caliente!”. Retoma. “Me encanta decir: estas caliente”. Otra vez ríe la gente.
“Tengo que decir más cosas y preguntar: ¿Mami estás bien? Porque he hablado mucho y hablaré más. Empecé a consumir drogas a los 13 años en Pensilvania. Probé muchas cosas que hacen daño. Vi y viví a mis amigos que se consumían. En las fiestas de Acción de Gracias de 2005 lo dejé y desde ahí he estado sobria porque no quería terminar mal, no quería ser lo que gente que amaba fue y además quería que los que estaban conmigo a las 4 de la mañana se fueran y eso no ocurría”. Así nació Sober.
Todos de pie, movidos como en un acto solidario que aplaudía la decisión y fortaleza de la artista, bailamos y gritamos con ella, además de reconocer que las coristas sencillamente parecían conectadas a otro mundo por los extraordinarios sonidos como si fueran fantasmas, que emitían.
“Esta es el primer sencillo de mi disco The truth about love, “Blow Me (One Last Kiss)” es una canción de amor que es divertida y debo decir una cosa porque veo a unos de mis fans que viene disfrazados de mi: extraño mi cabello, este que traigo no me gusta”. Y ríe a carcajadas.
P!nk nos pone a todos de pie cuando cantamos el nuevo sencillo que, por cierto, lleva siete semanas dentro de los 15 primeros lugares de la lista Billboard. Este sencillo en particular nos generaba mucha expectativa por los altos agudos que la cantante debe interpretar.
Vaya sorpresa al escuchar la estrofa “Just when I think it can’t get worse, I had a sh-t day ,You had a sh-t day, we’ve had a sh-t day”, pues no simplemente alcanzó los agudos sino que lo hizo sin el menor esfuerzo y casi sin abrir la boca. Sencillamente espectacular.
“El amor verdadero es lo que realmente vale la pena, yo tengo a mi amor que es mi hija, además ella es la mejor hija del mundo. Así que para esta canción, quiero invitar al escenario a Lilly Allen (Ahora utiliza el nombre de casada, Lily Rose Cooper) para que la cantemos juntas”, prosigue. Lilly sube al escenario con un vestido largo negro que mostraba lo avanzado de su embarazo y juntas logran un momento especial en la noche.
P!nk se queja otra vez de su cabello rosa pero realmente se ve espectacular, ataviada en pantalón tricolor con tirantes negros, camiseta y zapatillas de diseñador color verdes. Otra sorpresa más, pues a pesar de la imagen, no deja de lado la moda. Es posible que ese sea uno de los motivos por los que la firma de cosméticos Cover Girl la contrató para ser su imagen en la temporada otoño-invierno.
Sigue su diálogo con el auditorio. “Un día estaba a punto de salir en un festival y empecé a escuchar a ese maravilloso grupo que tiene a la espectacular voz de Nate Ruess, “We are Young”, y lo busqué y le dije que un día haríamos algo juntos. Hoy está aquí y vamos a cantar”. Todos de pie recibimos a Nate, que apareció con un traje corte inglés y pajarita de corbata. Tímido, sonrojado, empezó a cantar una canción que nadie conocía, que no dijeron su título, pero que nos dejó con la boca abierta. Otro momento mágico.
“Jason es mi hermano, está en el Ejército y está en Afganistán”, continuaba la narración de su vida cuando fue interrumpida por un nutrido aplauso. “Cuando en 2006 vi lo que pasaba con mi país me enfadé mucho y escribí una canción para un señor republicano que era Presidente (se refería a George W. Bush). Hace un par de años, ofrecí un concierto en Alemania y 100 mil personas en un perfecto inglés la cantaron conmigo. En ese momento me di cuenta de que la canción había cumplido con su cometido”. Era Dear Mr. President:
¿Qué sientes cuando ves a toda la gente sin hogar en la calle?
¿A quién reza por la noche antes de irse a dormir?
¿Qué sientes cuando te miras en el espejo?
¿Se siente orgulloso?
¿Cómo duerme mientras el resto de nosotros llora
¿Cómo se puede soñar cuando una madre no tiene la oportunidad de decir adiós?
¿Cómo puede caminar con la cabeza en alta?
¿Puedes mirarme a los ojos?
“Siempre se pierde a gente valiosa en el camino”, recuerda. “Hace años le escribí esta canción a un fan que tenía que me seguía a todos lados y murió de manera trágica. Entonces escribí Who Knew, lo malo es que cada año tengo alguien a quien cantarla, el año pasado a mi perrito, éste a mi abuela, lamentablemente perdemos amores en el camino”. Las notas se escucharon en un foro enmudecido por lo profundo de la letra.
Con una última interpretación sensible, el encuentro de dos horas de duración llegaba al final. “Mi padre nos dejó cuando yo tenía 9 años, soy una chica muy de familia, he estado bendecida por tener a la familia que tengo, así que en ese entonces escribí unos párrafos que, cuando cumplí 21 los hice canción.
“Esta canción trato de no cantarla porque me duele. ¿Estas bien mami?”, pregunta en espera de una respuesta afirmativa. “Espero no llorar”. Entonces, acompañada por su Director Musical en un flamante piano de cola negro, cantó Please Don´t Leave Me. Sus ojos se llenaron de disimuladas lágrimas, su mamá no se pudo contener.
Este encuentro demostró el talento musical de P!nk. Pero también nos enseño el juego de imagen, la que la proyecta dura, la que de su experiencia creó algunas de las canciones clásicas del rock. Lo mas importante, mostró ampliamente, es no dejar de sentir, lo bueno y lo malo, sin importar que al final seas un Rottweiller de peluche.