MIAMI. Bajo lluvias de globos multicolores, con picnics familiares y música patriótica, republicanos y demócratas realizarán en los próximos días sus convenciones para consagrar formalmente un hecho consumado: los nombres de sus candidatos a la presidencia.
“Las convenciones son un show, una forma de highlight (resaltar) a los candidatos y presentarlos al público”, expresó Angelo Falcón, presidente del Instituto Nacional de Políticas para Latinos (NILP, por sus siglas en inglés).
Históricamente se las ha visto como eventos a puertas cerradas, herméticos, para una elite de políticos y donantes y escasa o nula participación de la gente común.
Pero tanto demócratas como republicanos aseguran que este año sus convenciones serán diferentes, y que la participación de la gente no se reducirá a aplaudir en las sesiones maratónicas los remanidos discursos y reír de los chistes malos de las decenas de oradores —generalmente políticos o figuras partidarias destacadas— designados por los candidatos y sus asesores.
Por el contrario, ambas prometen utilizar los medios sociales para acercarse a la población y llevarles sus mensajes, pero el acceso que el público tendrá a las convenciones será diferente en cada caso.
La oposición se reunirá a partir del próximo lunes en Tampa, Florida, para celebrar durante cuatro días la Convención Nacional Republicana que consagrará la fórmula presidencial Mitt Romney-Paul Ryan.
Los demócratas harán lo mismo una semana después, entre el 4 y el 6 de septiembre, en Charlotte, Carolina del Norte. De allí saldrá proclamada la fórmula Barack Obama-Joe Biden que busca su reelección.
Las convenciones, que marcarán el inicio formal de la campaña rumbo a la Casa Blanca, serán la primera oportunidad de los candidatos para presentar su plan de gobierno en discursos a todo el país, que los verá a través de la pantalla de un televisor.
Eso sucederá el último día de cada convención. Los candidatos a vice hablarán en la segunda o tercera jornada.
Joanne Peters, portavoz del Comité de la Convención Nacional Demócrata, dijo que “desde el comienzo el presidente Obama quiso que la convención fuera diferente” e incluyera “más estadounidenses que nunca”.
Así, los demócratas planearon un festival para las familias el día previo al inicio formal de la convención, que coincide con el feriado del Día del Trabajo.
El público podrá también participar en asambleas, y los organizadores resolvieron trasladar el evento de la última noche desde el centro de convenciones a un estadio, para que “decenas de miles de estadounidenses” puedan estar presentes en el momento en que Obama y Biden aceptan su nominación.
En el caso de la convención republicana, el acceso al público está más limitado, pero esperan llegar a la población a través de una conexión en vivo y directo permanente vía Internet, videos por YouTube y un despliegue de mensajes a través de las redes sociales.
En el plató del estadio donde se hará la convención republicana, 13 pantallas planas gigantes de televisión transmitirán chats en vivo con la gente al mismo tiempo que hablen los oradores.
¿Y por qué los partidos tienen tanto interés en que la gente esté pendiente de las convenciones?
“Las convenciones son la primera vez que numerosos votantes prestan atención, por eso tienen un papel útil para hacer que la gente piense sobre la elección general”, expresó Costas Panagopoulos, profesor de ciencias políticas de la Universidad Fordham.
“Ofrecen la oportunidad de presentar a los candidatos en el formato más humano y agradable que se pueda. Es una oportunidad única para que los partidos hagan eso ante una audiencia nacional”, dijo el experto en convenciones partidarias.
Eduardo Gamarra, profesor de ciencias políticas y especialista en temas latinoamericanos de la Universidad Internacional de la Florida, explicó que las convenciones son un proceso interno partidario para seleccionar los candidatos a presidente y vicepresidente.
“En Estados Unidos el sistema del colegio electoral es llevado a los partidos políticos”, donde delegados votan para elegir a los candidatos a presidente. “Es la vieja idea de que el pueblo puede elegir irresponsablemente, y por eso uno elige a delegados, supuestamente más sabios”, explicó el catedrático.
En las elecciones generales nacionales, la población vota por delegados que posteriormente se reúnen en un colegio electoral para elegir al presidente y a su acompañante. Se trata de un sistema indirecto ya que la ciudadanía no elige al presidente directamente sino a un delegado que lo hará.
Lo mismo sucede en los partidos políticos. Son los delegados los que votan en la convención por los candidatos presidenciales.
El Partido Demócrata resolvió este año apoyar la reelección de Obama, por lo que no hubo más que un aspirante a la Casa Blanca. Esto es lo más común, tratándose del partido en el poder.
En el caso de los republicanos, fueron varios los precandidatos. Además de Romney, aspiraban a la presidencia Rick Santorum, Ron Paul, Newt Gingrich y Michelle Bachmann, entre otros, y todos ellos obtuvieron delegados que votarán en la convención.
Cada estado resuelve la forma de elegir a los delegados que en la convención escogen al candidato presidencial, sea a través de elecciones primarias, asambleas o por la decisión de las autoridades partidarias.
“El sistema es muy parecido en los dos partidos. La idea es que todos los estados participen” en la elección del candidato presidencial, dijo Adolfo Franco, portavoz de Romney. “Es una manera de tener un impacto local”, sostuvo.
Y aunque se da por descartado que Romney y Obama serán proclamados como candidatos presidenciales republicano y demócrata, respectivamente, deberán antes pasar por la formalidad del voto de cientos de delegados.
En la convención republicana, los delegados votarán el lunes. Los demócratas aún no han revelado cuando sufragarán sus delegados.
Hace ya tiempo que los republicanos no tienen una convención reñida, y no esperan sorpresas para este año.
“Hoy en día (el candidato) está decidido desde mucho antes. Romney ganó la mayoría de delegados en abril”, explicó Franco. La convención “es casi un teatro”, consideró.
Para ser consagrado como candidato republicano a la presidencia, Romney necesita el voto de 1.144 de los 2.286 delegados.
En las primarias partidarias Romney consiguió 1.524 delegados, muy por encima de los 261 que logró su seguidor más cercano, Santorum.
En el caso de Obama, deberá ser apoyado por 2.778 delegados para ganar la nominación demócrata. En total los delegados demócratas son cerca de 6.000.
Se estima que a la convención republicana asistirán cerca de 70.000 personas, entre participantes, periodistas y manifestantes. A la demócrata acudirían unas 65.000
En las convenciones, ambos partidos difundirán la plataforma que los guiará en los próximos cuatro años, y que incluirá temas de economía, salud, inmigración y seguridad, entre otros.
“Presentan la plataforma donde está parado el partido, pero no necesariamente es lo que apoya el candidato”, explicó Falcón, el presidente del NILP.
Franco, el portavoz de Romney, dijo que si bien los candidatos se comprometen a apoyar y ejecutar esa plataforma en caso de llegar al poder, en la práctica puede suceder que posteriormente se distancien de ella.
“Muchas veces se han apartado de esa plataforma (al llegar a la presidencia). Han aceptado puntos con los que no están de acuerdo y luego se han apartado”, indicó el republicano.
Entre los oradores, los hispanos son minoría y por lo general carecen de influencia dentro de la estructura partidaria, explicó Falcón, del NILP.
“El problema que tenemos con los dos partidos es que (los hispanos) no tenemos influencia en el partido”, dijo el presidente del centro de estudios e investigaciones. “No tienen líderes latinos nacionales importantes”.
Para atraer al electorado hispano –que podría ascender a 12 millones de personas según organizaciones no gubernamentales– los republicanos incluyeron en su nómina de oradores a figuras como el ex gobernador de la Florida Jeb Bush, la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez y el senador Marco Rubio, quien presentará a Romney antes de que pronuncie su primer discurso como candidato presidencial republicano al cierre de la convención.
En el caso de los demócratas, el alcalde de la ciudad de San Antonio, Julián Castro, será el primer latino que ofrecerá el discurso inaugural de la convención del partido oficialista.