La entrega de 30 sillas de ruedas por parte de la Secretaría de Desarrollo Social de Sonora desató críticas y muestras de indignación en las redes sociales debido a que están elaboradas con sillas de plástico, que en apariencia son de uso común.

 

Sin embargo, existe toda una tecnología detrás de la producción de las sillas para las personas con discapacidad.

 

Un ingeniero mecánico e inventor de profesión, graduado de la Universidad de Columbia con un doctorado del MIT, que trabaja en el campo de la medicina y es responsable de una serie de más de 50 patentes en Estados Unidos, es el creador las sillas para personas de movilidad limitada y fundador de la ONG Free Wheelchair Mission.

 

La inspiración cayó cuando Don y Laurie Schoendorfer se encontraban de vacaciones en Marruecos y fueron testigos de la lucha de una mujer al arrastrarse por un camino de tierra, sin la ayuda de una silla para moverse.

 

Así, Don Schoendorfer comenzó la investigación de la discapacidad en los países desarrollados hasta lograr desarrollar una silla de rudas durable y segura que llegara al mayor número de personas discapacitadas de recursos escasos en tiempo récord.

 

El ingeniero estadunidense empezó a armar una silla con elementos que ya existían; aunque actualmente ya se están produciendo los componentes y partes que requiere el diseño, a fin de que a un costo bajo se generara gran producción.

 

La silla de ruedas FWM está diseñada para su uso en terrenos difíciles, en zonas rurales y de bajos recursos a fin de mejorar la salud y la calidad de vida.

 

Existe un segundo diseño, la GEN_2 que cuenta con asientos regulares, especial para niños y personas con necesidades especiales.

 

 

El titular de la Secretaría de Desarrollo Social del estado (Sedesson), Luis Alberto Plascencia Osuna, destacó que el objetivo final es que cualquier persona en Sonora necesite de este equipo, tenga acceso a él y que si son de plástico es porque son aptas para que quienes las usen se puedan bañar sentados en ellas.