La entrega de 20 sillas de ruedas por parte del gobierno de Sonora al DIF desató ayer una oleada de críticas en las redes sociales; la polémica giró en torno al diseño: una silla de plástico montada sobre una estructura metálica con ruedas, que los usuarios calificaron como “una burla”, pero que, más tarde se supo, fue creado por ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
“El DIF de Sonora entrega silla+rueda, no silla de ruedas”, apuntó Erickdibambino en Twitter. “Hijo te tengo 2 noticias una buena y una mala, la buena que ya tienes silla de ruedas, la mala es que me la dieron en el DIF Sonora”,dijo @51_rojinegro, fueron algunos de los comentarios vertidos en twitter tras el anuncio oficial.
Ante las críticas, Luis Alberto Medina Plascencia, titular de la Secretaría de Desarrollo Social de Sonora, ofreció por la tarde una conferencia de prensa para explicar que las 20 sillas forman parte de una donación total de 550 equipos por parte de la fundación Free Wheelchair Mission, por las cuales el gobierno del estado sólo pagó 20 mil pesos por el traslado desde Estados Unidos a Hermosillo.
“Por redes sociales denostaron el diseño y yo les quiero decir que la fundación y el diseño no es una silla cualquiera, es una silla diseñada por ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts, es una pareja que tiene doctorado y nos preocupa este tema porque ellos las donaron con el propósito de ayudar a personas vulnerables con alguna discapacidad”, subrayó Plascencia.
El portal de la fundación en Internet refiere que Don y Laurie Schoendorfer, ambos ingenieros del MIT, decidieron armar una silla de ruedas económica con materiales que ya existían, después de que durante un viaje a Marruecos observaron a una mujer arrastrándose por el camino.
Una silla de plástico, dos ruedas de bicicleta de montaña, una estructura metálica y un cojín es lo que se requiere para armar esta silla de ruedas, que tiene un costo de 72 dólares. Actualmente, toda la producción se hace en China basándose en el diseño de Don.
La fundación ha entregado 651 mil 245 sillas en 86 países de África, Asia, América Latina y Europa del este, donde han recolectado cientos de historias de personas beneficiadas que son publicadas cada semana en su portal.
Gilberto Franco, subdirector médico del Instituto Nacional de Rehabilitación, explicó que este tipo de sillas de ruedas no son las más seguras, confortables o adecuadas, porque pueden causar daños a largo plazo en cintura, cadera y brazos.
Sn embargo, resaltó que hay que valorar la accesibilidad a una silla que permita al paciente moverse y desplazarse, ya que estos aparatos tienen un costo de por lo menos tres mil pesos, mismos que no toda la gente puede pagar.
Por su parte, Ángel Vera, vendedor de la empresa de Plásticos y Metálicos Yoda, explicó que las sillas de plástico están hechas para soportar hasta 180 kilos, dependiendo del modelo, pero su resistencia original disminuye si se modifica, ya que son para uso fijo, y el tiempo de vida depende del uso que se les dé.