Las revistas son los espejos más transparentes que utilizan los sociólogos para describir los rasgos vanidosos del ser humano. Mientras que las tendencias se comportan con mayor autoritarismo sobre los insatisfechos, el número de revistas narcisistas se multiplican; mientras el morbo se convierte en el parásito que se encarga de destruir los tejidos racionales, las revistas de bajo pensamiento potencian sus tirajes hasta seis dígitos; mientras que el espectáculo se convierte en mermelada para los de una vida amarga, las páginas voyeuristas se demandan como si se trataran de un producto de la canasta básica. La vida es una revista y como tal son las revistas el refugio de vida.

 

Vogue Francia lanzó hace algunas semanas un importante informe al mundo entero: cambia de estilo a través de una nueva maquetación. Se trata de una transfusión de alma. La redactora jefa, Emmanuelle Alt, lo explicó de la siguiente manera: el cambio representa un ”sutil equilibrio entre la exuberancia creativa actual y la tranquilidad de una elegancia atemporal”. No hay duda en el significado de cada una de las palabras pronunciadas por Emmanuelle, lo complejo es la traducción literal de toda la frase: “sutil equilibrio entre la exuberancia creativa actual y la tranquilidad de una elegancia intemporal”. Para los que han recibido una transfusión de alma resulta nimio el esfuerzo de comprensión.

 

Caso contrario, lo recomendable será descender como espeleólogos al fondo de la vanidad para tratar de comprender el importante anuncio global que Emmanuelle Alt leyó hace algunos días.

 

Nicole Kidman se encuentra en una búsqueda perenne de un alma bondadosa que esté dispuesta a transferirse a su cuerpo. En V Magazine, Kidman cubre las huellas del botox facial a través de sus piernas. “Un maquillaje dramático con ojos ahumados, melena platino, cardada y desfilada, un perfil con la espalda desnuda y los brazos cubriendo los senos; y como único atuendo, una minifalda de cuero negro que deja al descubierto parte de sus glúteos”, así describe. la figura de Kidman, la agencia de noticias EFE.

 

Para Kidman fue todo un reto el poder bracear a contracorriente de las críticas. Un grupo de envidiosos, muchos de ellos cinéfilos, piensan que la actriz ha concluido su ciclo de belleza fílmica como consecuencia del uso desenfrenado de botox para impedir la colonización del tiempo. Que lo máximo que le espera es ser contratada por los productores de un reality show de Televisión Azteca o alguna televisora centroamericana para que forme parte de un jurado. Su alma, dicen, ya no produce expresiones faciales. Requiere de una transfusión de manera urgente. Sin embargo, la actriz demostró en V Magazine que el tiempo es atemporal si el alma así lo desea. “Elegancia atemporal”, lo dijo Emmanuelle.

 

Miguel Ángel Mancera espera con paciencia el mes de diciembre para tomar posesión como jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Mientras lo hace, demuestra que su alma busca un referéndum. Sí o no a la soltería. En la revista Quién modela con la precisión que le demanda el fotógrafo para ganarse la portada. El soltero de oro. Así lo calificaron los editores de la revista. Una de sus manos permanece escondida en la bolsa de su pantalón Ermenegildo Zegna, comprado en la tienda de Masaryk.

 

Su confesión se convierte en la pregunta del referéndum: “(Una mujer) me conquista con su forma de ser, con su simpatía. Es muy importante que las chicas estén de buen humor”. Imposible olvidar el mensaje global de Emmanuelle. “Exuberancia creativa”. No, en realidad no tiene nada que ver con lo que asegura Mancera: “me conquista con su forma de ser”. Más bien, la pregunta que subyace en las palabras del próximo Jefe de Gobierno, es que la conquista puede provenir de una no forma de ser. Aquí es donde nace el fanatismo. Los fans se enamoran de un imagen algo más abstracta. De un icono que es real siempre y cuando no se le conozca.

 

Vogue tiene la respuesta. La revista cumple precisamente esa función. Aliviar las almas afligidas por las realidades que les circundan. Esperamos que Mancera se tope con una pareja que tenga una forma de ser.

 

Pero dejemos que Emmanuelle Alt continúe hablando sobre el fenómeno del cambio en la revista francesa: “Para preceder a las mentalidades y los comportamientos de sus lectoras, Vogue, ha decidido reinventar sus códigos de expresión sin cambiar sus fundamentos”. Qué mejor ocasión de llevar una triple portada. Optativa entre Daria Werbowy, Lara Stone y, por supuesto, Kate Moss.

 

Si Vogue decidió reinventarse en septiembre de 2012, Kate Moss se reinventa cada momento en que es captada por los tabloides británicos inhalando algunos polvos. Segunda oportunidad bajo la transfusión de una alma que nació para modelar jeans y perfumes.

 

En la galería Passage de Retz, una de tantas que se encuentran en el barrio parisino Le Marais, se está presentando (hasta el 16 de septiembre) la exposición “Lujo: modo de empleo”; la muestra explora las distintas expresiones de ostentación, tanto en el arte como en la vida cotidiana. Perfecta combinación minimalista de nuestra época, la transmodernidad. Y, por supuesto, que una buena cantidad de fotografías de la exposición, pertenecen a la revista Vogue.

 

En la transmodernidad, el consumo y el arte no se encuentran en las antípodas del placer. El arte y el consumo se condicionan mutuamente. El mejor ejemplo son las lifesyle stores, muchas de ellas recreadas en los estudios fotográficos de la revista Vogue.

 

En Kiev, por ejemplo, se encuentra Sanahunt, un concept store que ocupa un espacio de 7 mil metros cuadrados dedicados a la alta moda en su quinta esencia. En su interior, el arte del diseño dejaría a un lado a cualquier expresión artística cuya misión estética sea la recreación de un ambiente suave y relajado.

 

Ya voy entendiendo la idea de Emmanuele Alt. ”Sutil equilibrio entre la exuberancia creativa actual y la tranquilidad de una elegancia atemporal”.

 

Miguel Ángel Mancera ya conoce las experiencias modélicas de Michael Phelps. Los triunfadores suelen permanecer en los espejos sociológicos (revistas); de ahí saltan a la publicidad para replicar estilos de vida. Mancera se contiene. Su oficio le obliga, aunque ya sabemos que American Express logró convencer a una secretaria de Estado mexicana a posar frente a las cámaras.

 

Mancera sabe que bien podría formar parte del equipo Marc Jacobs y sus 47 modelos que descienden de vagones de tren con maletines Louis Vuitton. Sutil equilibrio entre la exuberancia creativa actual y la tranquilidad de una elegancia atemporal. De igual manera, Mancera desearía sustituir al hombre Nespresso, George Cloony. ¿Lo hará?

 

Las revistas son los mejores Avisos Oportunos donde podemos encontrar ofertas de transfusiones de alma. Concatenan los estados de ánimo de baja intensidad con la posibilidad de soñar a través del papel. Los efectos miméticos ayudan; colaboran a evitar esfuerzos banales. Los mimos abrazan los movimientos libertarios del individuo para convertirlos en mercado. El mercado de los seguidores; el mercado de los no ser.

 

Las palabras de Emmanuelle Alt no contienen retórica. Cualquier peatón de la historia que compre Vogue entenderá que cada mañana, al observarla, está recibiendo una transfusión de alma. No es poca cosa.

 

@faustopretelin | fausto.pretelin@24-horas.mx