WASHINGTON. El ex presidente estadunidense Jimmy Carter lamentó ayer que ni el presidente Barack Obama ni su rival republicano, Mitt Romney, consideren a América Latina como “una de las prioridades” de Washington para los próximos cuatro años.
“Cuando estaba en la Casa Blanca situé las relaciones con América Latina como una de las prioridades. No he visto ese interés en ninguno de los candidatos actuales este año, desafortunadamente”, indicó Carter en su intervención en la conferencia anual de la CAF.
“Mi predicción”, agregó, “es que no elevarán (ni Obama ni Romney) a América Latina como una de las prioridades en los próximos cuatro años”, sea quien sea el vencedor de las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
Carter, presidente de EU entre 1977 y 1981, criticó en la conferencia del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) las políticas de Washington hacia la región desde su salida de la Casa Blanca, especialmente con respecto a Cuba, y señaló que hace falta “coraje” para avanzar en las relaciones con la isla.
“Estoy consternado de que EU mantenga el embargo con Cuba y el pueblo cubano. Por supuesto que debemos presionar al Gobierno de La Habana para que respete los derechos humanos, pero el embargo socava cualquier credibilidad de mi país”, explicó el ex presidente demócrata.
Carter afirmó que la política de EU con Cuba es demasiado dependiente de los líderes anticastristas de Florida, y señaló que una relajación de los obstáculos de viaje supondría un gran avance entre ambos países.
Tras su salida del poder, el ex presidente ha continuado una dinámica actividad política con la creación de la Fundación Carter, dedicada a la promoción de los Derechos Humanos y el avance de la democracia en todo el mundo, y fue galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2002.
Por otro lado, celebró el reciente anuncio por parte del Gobierno colombiano del presidente Juan Manuel Santos del inicio de conversaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
“Estoy particularmente complacido de que se hayan comenzado discusiones de paz con las FARC”, señaló.
El ex presidente estadunidense criticó las políticas antidrogas puestas en práctica por Washington en las últimas dos décadas, y abogó por una despenalización del consumo, ya que ha aumentado de manera excesiva el número de reclusos en las cárceles de EU.