El presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Hans Peter Keitel, propuso que Grecia sea convertida en una “zona económica especial”, en vista de que ese país tiene dificultades para superar la crisis en que se encuentra.

 

El sector político debe resolver pronto la situación en la que se encuentra Grecia, planteó al semanario Spiegel el titular de la BDI, órgano cúpula de la industria que agrupa a 38 asociaciones alemanas con 100 mil empresas y más de ocho millones de puestos de trabajo.

 

Se pronunció en favor de que se le otorgue financiamiento europeo al país heleno y que al mismo tiempo se le convierta en “zona económica especial”, bajo el control de la Troika en lo que se refiere a las finanzas públicas.

 

“Como hombre de negocios no dejaría caer a mi filial si estuviera muy afectada, sino que la sanearía”, manifestó Keitel.

 

Explicó que eso quiere decir que Grecia debería ocupar un lugar especial en el espacio del euro, se debería dotar a ese país con suficiente financiamiento, así como ponerlo bajo la inspección de personal especializado de la Troika y enviado por Bruselas.

 

La Troika se integra por la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y fue diseñada para evaluar la situación de los recortes y las reformas en los países de la divisa única.

 

El líder empresarial criticó el plan del BCE de comprar sin límites bonos de deuda de los países en crisis, “porque las tasas de interés reflejan el mercado, y a éste se le puede influir con esfuerzos de los países en crisis con la aplicación de una política económica y presupuestaria convincente”.

 

Demandó una actuación más decidida por parte del gobierno de Alemania, aunque los partidos se encuentren ya preparándose para las elecciones que tendrán lugar en un año.

 

El presidente de la BDI reconoció que el empresariado alemán está preocupado por la crisis de los países del sur de Europa, pero afirmó que los datos económicos demuestran que la situación está mejorando.

 

Keitel dijo reconocer los signos de un nuevo rumbo por parte de los países europeos en crisis y que eso se nota en los balances comerciales, y en especial en el crecimiento de las exportaciones y la reducción de los costos por unidad de trabajo.

 

“En todos lados la situación está mejorando paulatinamente”, dijo. En relación a España e Italia apuntó que esos países deben comercializar mejor sus avances resaltando sus planes para superar la crisis y mostrando en forma visible a los inversionistas dónde están ganando puntos buenos.

 

Mencionó que Alemania puede ayudar a esos países, pero que quienes deben hacer los esfuerzos son ellos. No se debe sobrecargar a Alemania, advirtió.

 

Keitel recordó que Alemania puso hace varios años en práctica la estrategia denominada Agenda 2010, con la que aplicó difíciles reformas.

 

Con base en esa experiencia, explicó que Alemania puede instar a Francia a aplicar cambios estructurales en el derecho laboral y de pensiones.

 

Consideró que la canciller federal, Angela Merkel, está continuamente bajo el fuego cruzado de las críticas procedentes de los diversos sectores. En Alemania se la crítica dependiendo del partido político y sus intereses, y le demandan que actúe con más fuerza.

 

En el extranjero, en cambio, se la critica porque Alemania no abre lo suficiente sus arcas. Estimó que Merkel está manejando muy bien la crisis a pesar de la difícil situación en que se encuentra.