La fracción del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para modificar el Artículo 39 de la Ley Orgánica del Congreso General con el propósito de reducir el número de legisladores.
El objetivo es quitar 100 diputados y 32 senadores de representación proporcional, a fin de que la Cámara de Diputados quede intregrada por 400 y el Senado de la República por 96 legisladores.
La diputada priista Martha Lucía Mícher Camarena expuso que la dificultad para la construcción de mayorías en el país se deriva de un sistema de representación política que, buscando la pluralidad, dificulta la gobernabilidad y genera altos costos y desprestigio ante los ciudadanos.
En la disyuntiva sobre la pertinencia de crear reglas que propicien la formación de una mayoría eficiente o persistir en el pluralismo acendrado y el bloqueo existen dos corrientes.
Unos consideran que se necesitan reglas que generen incentivos para fortalecer la gobernabilidad, la eficiencia y la eficacia parlamentaria, y otros, que se debe continuar por la vía del bloqueo y la parálisis.
Indicó que los primeros optan por una reforma constitucional para aumentar la comunicación entre los Poderes y en el Congreso, propiciando un diálogo continuo con una retroalimentación racional y oportuna.
Para los segundos, dijo, es más importante mantener el sistema actual, diseñado para que en un sistema tripartidista, como el mexicano, nadie alcance una mayoría clara en el Congreso y prefieren mantener al país en un paso lento, o en una lógica de pequeños cambios, que apostar por un Congreso con una gran capacidad transformadora.
Advirtió que el verdadero riesgo para la democracia está en la ineficiencia legislativa y en la incapacidad para generar los grandes cambios que el país necesita en el momento que los requiere.
Contar con una mayoría legislativa, aclaró, no equivale ni a nulificar la división de poderes ni a evadir el juicio de las urnas en la siguiente elección. El Estado necesita de mayorías para ser eficaz y sin ellas se pierde la capacidad de decidir y transformar, lo que termina por erosionar la capacidad para gobernar.
Un instrumento que fortalece la gobernabilidad de las cámaras, responde al clamor ciudadano por mayor responsabilidad de sus legisladores y menores costos de la democracia, a la vez que permite el cumplimiento de los mandatos electorales, es la reducción propuesta, afirmó Mícher Camarena.
Además, reduciría los costos de las cámaras y aumentaría la probabilidad de alcanzar mayorías, ya que se incrementaría la proporción de diputados electos por el principio de mayoría relativa, haciendo posible que el partido que gane el mayor número de distritos alcance más de 50 por ciento de la representación en la de Diputados.
Explicó que la reforma permitiría crear un nuevo equilibrio funcional entre una mayoría útil y otras minorías, que impediría que éstas últimas tuvieran una representación desproporcionada y, por ende, un poder de veto injustificado, lo que se haría a la Cámara de Diputados más funcional y eficaz, así como menos costosa.
Reconoció que el Congreso mexicano enfrenta un problema en cuanto a la cantidad, costo y funcionalidad de los legisladores federales. “Sus 628 parlamentarios, 500 diputados y 128 senadores, constituyen, en términos absolutos, un Congreso con demasiados parlamentarios, superando incluso a Brasil.”
Ante otras propuestas que insisten en reducir aún más al Congreso o hasta desaparecer una de sus cámaras, indicó que la propuesta de los diputados del PRI establece un nuevo balance entre la necesaria eficiencia legislativa, la pluralidad de la representación política y la gobernabilidad del Congreso en la democracia.
Otra ventaja nada desdeñable, apuntó, es que aumentaría la calidad de la representación política-parlamentaria.