Para tratar de conseguir información sobre el fideicomiso que dejó su padre, Roberto Garza Sada, tuvieron que interponer una denuncia penal contra el delegado fiduciario de Banco Santander.
La demanda de las herederas del empresario regiomontano contra Santander y sus principales accionistas, es decir, Emilio Botín-Sanz y familia, continúa vigente y abierta en varios frentes.
Las hijas de Garza Sada denunciaron penalmente a Eduardo Marroquín Salinas, delegado fiduciario de Banco Santander México, porque se abstuvo de rendir cuentas de los retiros, reinversiones y movimientos realizados respecto del patrimonio que les dejó su padre, desde la constitución del fideicomiso a la fecha. Lo acusan de obstrucción y de dar informes falsos a la autoridad, en este caso la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
De acuerdo con la denuncia penal que presentaron María del Carmen, Gabriela y Viviana Garza Delgado, el empleado de Santander se niega a darles informes de un fideicomiso que descubrieron a partir de un estado de cuenta que emitió el banco.
Marroquín Salinas les envió copia del fideicomiso y el estado de cuenta, sin embargo, no quiso explicarles quién o cómo fueron utilizadas las acciones que se guardaban en él y que, calculan, hoy valen más de mil millones de dólares.
Como informó 24 HORAS, las herederas de Roberto Garza Sada demandaron a Santander y sus principales accionistas, Emilio Botín y familia, porque consideran que la institución obró culpable y negligentemente en la administración y manejo del patrimonio del fideicomiso celebrado el 16 de junio de 1994.
Las herederas piden la reivindicación, restablecimiento o restitución, en forma absoluta y sin condición alguna de 36 millones 700 mil acciones comunes nominativas, representativas del capital social de la emisora Alfa A, cuyo valor de referencia al 24 de enero de 2012 era de seis mil 290 millones 380 mil pesos.
En caso de que la institución bancaria demandada se encuentre imposibilitada legalmente a cumplir íntegramente con lo solicitado, agrega la demanda: “Le reclamamos el pago por la suma que resulte por el valor de mercado que represente la cantidad de 36 millones 700 mil acciones al día en que la parte demandada cumpla con la restitución o restablecimiento de la indebida disposición del patrimonio depositado en el Contrato de Fideicomiso”.
Asimismo, piden el pago de los intereses legales generados sobre las cantidades causadas por los dividendos decretados por la emisora Alfa, que debieron haber ingresado en propiedad del patrimonio fideicomitido a partir del 16 de junio de 1994. Además de pagar los intereses moratorios vencidos y que se sigan venciendo hasta la conclusión de este pleito.
Eduardo Javier Marroquín Salinas compareció ante Nelly Guadalupe Santana Gómez, agente del Ministerio Público Especializada en Delitos contra la Industria e Instituciones Financieras el 14 de febrero de 2012.
Querían que explicara por qué no cuentan con las 25 cartas de instrucción que fueron utilizadas para realizar los retiros del patrimonio del fideicomiso de Roberto Garza Sada.
“Fueron enviadas las originales de las cartas y copias certificadas a México; y no recuerdo la fecha exacta en que se requirió la información por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, pero fue en el mes de septiembre”, explicó. “No nos fueron devueltos a Monterrey”.
Y el conflicto continúa.