Los retos que tienen las entidades son la gran dependencia de las transferencias federales, además de que son sensibles al ciclo económico del país, advirtió Moody’s.

 

Asimismo, cuentan con débiles prácticas de administración, ya que sólo 80 por ciento son auditados por organismos externos, y a nivel municipal únicamente 20 por ciento lo hace.

 

Incluso, hace tres años había 10 entidades con calificación de grado de inversión, mientras que ahora la cifra bajó a siete.

 

El director de Riesgo Soberano de Moody’s, Mauro Leo, indicó que hasta el momento los problemas financieros que presentan algunas entidades no son un riesgo para la deuda soberana de México.

 

En conferencia de prensa, el especialista expuso que dadas las actuales condiciones, es difícil que una situación de este tipo afecte la evaluación del gobierno federal, incluso en casos como el del estado de Coahuila.

 

De acuerdo con el director de Riesgo Soberano de Moody’s, para la calificación de México es más importante lo que pase en Estados Unidos, dada la correlación de la economía.

 

Puede que haya problemas financieros en algunos estados, reiteró, pero éstos “no necesariamente impactan en la calificación soberana del país”.

 

No obstante, Mauro Leo advirtió que sí se dejan acumular estos problemas, pueden llegar a convertirse en un pasivo para el gobierno, por lo que hay que atenderlos y monitorear la situación.

 

Sin embargo, la calificadora resaltó que en México no existen presiones macroeconómicas, por lo tanto no ve complicaciones en el acceso al crédito.