WASHINGTON. La respuesta fue inmediata, el gobierno de del presidente Obama envió dos buques de guerra a las costas de Libia en consecuencia del ataque a la embajada el martes por la noche.

 

El presidente de EU, Barack Obama, prometió ayer “justicia” por la muerte del embajador estadunidense en Libia, Chris Stevens, al asegurar que “ningún acto de terror” hará que Estados Unidos “se rinda” y ordenó elevar las medidas de seguridad en las embajadas de todo el mundo.

 

“Que no haya lugar a dudas: se hará justicia”, dijo el mandatario esta mañana en una declaración desde la Casa Blanca en la que lamentó que el ataque coincidiera con el undécimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

 

Obama agregó que su Gobierno trabajará con el de Libia para procesar a los responsables del ataque de este martes en la ciudad libia de Bengasi que causó la muerte del embajador en el país y de otros tres ciudadanos estadunidenses.

 

Los ataques en Libia se produjeron el martes tras manifestaciones de protesta contra un vídeo realizado por Sam Bacile, un israelí-estadunidense, en el que se critica el islam y se caricaturiza la figura del profeta Mahoma.

 

Previamente, un grupo de manifestantes había penetrado en el complejo de la embajada de EU en El Cairo, del que arrancaron la bandera estadunidense, también en respuesta al vídeo del que se habían transmitido extractos en un canal egipcio.

 

“Desde nuestra creación, EU ha sido una nación que respeta todas las religiones. Rechazamos todos los esfuerzos para denigrar las creencias religiosas de los otros. Pero no hay absolutamente ninguna justificación para este tipo de violencia sin sentido”, indicó Obama, acompañado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

 

Por su parte, Clinton realizó una emotiva comparecencia en la que reconoció que actos como la muerte de Stevens y otros tres estadunidenses del consulado en Bengasi, entre ellos el diplomático Sean Smith, demuestran “lo complejo y desconcertante que el mundo puede llegar a ser”.

 

La jefa de la diplomacia estadunidense reiteró que, pese al “injustificado y despiadado” ataque, Estados Unidos sigue comprometido con el camino hacia la democracia en Libia tras la caída del régimen de Muamar al Gadafi el pasado año.

 

Asimismo, el presidente Obama señaló que había ordenado elevar la seguridad en las legaciones diplomáticas de todo el mundo como consecuencia de los ataques en Libia y Egipto.

 

Al tiempo que proclamó cuatro días de luto en honor a la memoria del embajador estadunidense y de los otros tres estadunidenses que fallecieron en el consulado en la ciudad de Bengasi.

 

No es la primera vez que la ofensa por parte de estadounidenses al islam provoca la reacción violenta de algunos sectores extremistas musulmanes.

 

El pasado año el pastor estadunidense Terry Jones quemó públicamente un Corán en Florida, un acto que desató la ira en Afganistán y produjo varios ataques en los que murieron numerosos civiles y varios funcionarios de las Naciones Unidas.

 

Precisamente, Jones fue uno de los que promocionó el vídeo de Bacile en internet. Bacile explicó ayer al periódico The Wall Street Journal que el filme, titulado “La Inocencia de los Musulmanes”, es “una película política, no una película religiosa” y calificó el islam de “un cáncer”.