A veces las estadísticas muestran más de lo que en un primer plano señalan. Si una encuesta revela que tales o cuales empresas tienen altos índices de productividad, sin duda es un dato interesante, pero que esos mismos estudios revelen que las empresas con mayor diversidad en la alta dirección de las compañías son más exitosas, es todavía más interesante.

 

De acuerdo con el Comité de Diversidad de la American Chamber of Commerce of México (AmCham), un alto porcentaje de las empresas que tienen mujeres a la cabeza son más productivas, cuentan con mejor imagen corporativa, mejor satisfacción y entendimiento del cliente, mayor innovación y tienen un impacto positivo en el desempeño financiero de las mismas, es decir, que las mujeres influyen positivamente en todas las áreas de las empresas. Las compañías deberían integrar en sus equipos de trabajo una proporción igual de hombres que de mujeres, con la finalidad de maximizar la innovación, ya que tienen una gran capacidad para generar nuevos mercados y abrir nuevas líneas de negocios. No es extraño saber que las mujeres representan el mercado emergente más atractivo del mundo, ellas influyen en 70% de las decisiones de compra, con lo que conocen y saben cómo hacer marketing efectivo, sin duda el más efectivo.

 

Si todos los aspectos de las compañías se benefician con la presencia femenina, el efecto que la diversidad de género tiene en la imagen corporativa es un aspecto de vital importancia para las empresas. El mismo estudio revela un importante aumento en la motivación de los empleados, en la satisfacción del público consumidor, así como en la imagen y reconocimiento de marca como resultado de la implementación de programas de diversidad.

 

Es bizarro estar hablando de la mayor participación de las mujeres en la alta dirección de las compañías cuando 12% del nuevo siglo está por esfumarse. Si nos basamos en los hechos, una abrumadora mayoría de empresas son dirigidas exclusivamente por hombres, muy pocas ceden posiciones a mujeres y todavía menos son dirigidas por ellas.

 

Sandra Sánchez y Oldenhage, presidenta del Comité de Diversidad de AmCham y directora general de Amgen, es un ejemplo de la capacidad que tienen las mujeres de dirigir a las compañías en la dirección correcta, el trabajo que encabeza en la AmCham busca la integración del mayor número de mujeres a puestos en los consejos directivos.

 

El mundo está cambiando. La manera de hacer las cosas está cambiando. El mundo de los negocios está cambiando. En un mundo cuya constante es la transformación no podemos seguir operando bajo una lógica unidimensional y ya rebasada. Las mujeres cuentan con virtudes muy importantes, necesarias en la alta dirección empresarial.

 

En la empresa de comunicación de la cual soy socio y tengo la fortuna de dirigir, tengo una socia que le ha aportado mucho a la compañía. Es una socia con una posición directiva vital para el negocio, una mujer que además recorre la vida a mi lado, como mi esposa, como madre de mis hijos, y notablemente llena todos los espacios.

 

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