Juan Sabines Guerrero, aún gobernador de Chiapas, ha solicitado al Congreso de su entidad autorización para gestionar un nuevo crédito por hasta cinco mil millones de pesos. Argumenta que sería para la “transición” de gobierno.
De autorizarse, heredaría al gobernador priista electo, Manuel Velasco Coello, una deuda superior a 20 mil millones de pesos. Chiapas ya es una de las entidades que más se han endeudado en sus más recientes administraciones, tras Coahuila (ex gobernador: Humberto Moreira) y Michoacán (ex gobernador: Leonel Godoy).
La iniciativa “Decreto por el que se constituye el fideicomiso para el cierre e inicio de la Administración Pública Estatal” tiene por objetivo, y es textual, “garantizar el cierre de las administración y el arranque de su sucesor”.
Sólo para contextualizar, baste decir que al equipo de transición de Enrique Peña Nieto, presidente de la República electo, se le asignaron 150 millones de pesos, lo que ya fue criticado por grupos de izquierda. Y Peña Nieto, incluso, consideró que gastarían bastante menos que esa cantidad. Lo que pide el gobernador Sabines es 33 veces más que lo que tendrá la transición federal.
El viernes, la solicitud de Sabines será discutida en la sesión del Congreso estatal, junto con un paquete de 23 iniciativas.
De acuerdo con el diputado independiente Enoc Hernández Cruz, “todas las propuestas podrán pasar sin análisis, discusión o dictamen” bajo la moción de obvia y urgente resolución, ya que la actual legislatura concluye funciones el 30 de septiembre y el 1 de octubre rinden protesta los 41 nuevos diputados locales.