La Procuraduría General de la República (PGR) resolverá en octubre el caso de la agresión que sufrieron funcionarios estadunidenses, cerca del poblado de Tres Marías, entre dos hipótesis: que los policías federales los emboscaron para asesinarlos premeditadamente o que hubo un exceso en el uso de la fuerza que derivó en una tentativa de homicidio.
Autoridades de la dependencia federal informaron a 24 HORAS que transcurridas las tres primeras semanas de pesquisas, el Ministerio Público se ha quedado solo con esas dos líneas de investigación, las cuales contemplan responsabilidades penales para los servidores públicos involucrados, por lo que derivarán en una consignación.
El argumento del presunto operativo antisecuestro, que se ha expuesto en los últimos días, justificaría solamente el tema de la presencia de los federales en la línea del uso excesivo de la fuerza, pero no los 152 disparos que le propinaron al vehículo y que corresponden a un homicidio en grado de tentativa.
La línea de la emboscada apuntaría a ilícitos mas graves, entre ellos el de la delincuencia organizada y los demás que resulten en caso de que se resuelva el móvil del ataque.
En la PGR hicieron hincapié en que la situación de cada policía se analiza individualmente para determinar su grado de participación en los hechos y por ende, los delitos que se imputarían de manera diferenciada.
Una vez concluido el análisis y reunidos los elementos, la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo consignará al juez el expediente de la averiguación previa PGR/MOR/TV/611/1/2012, y solicitará las órdenes de aprehensión por los delitos que correspondan en cada caso.
Hasta el momento, de las diligencias ministeriales y periciales practicadas, se concluye que la agresión que se propinó a la camioneta diplomática de modelo Toyota el pasado 24 de agosto, primero en el área boscosa de Fierro del Toro y luego en la carretera federal México Cuernavaca, puso en peligro la vida de sus ocupantes.
El número de detonaciones, la trayectoria de los disparos, y la agresión continuada aun cuando la camioneta ya no podía continuar su marcha, violan los protocolos de la Policía Federal para una operación que consiste solamente en lograr que un automotor se detenga, y representan en realidad el uso de fuerza letal.
Falta por definir si el incidente fue circunstancial y derivó de un operativo implementado en la zona por el secuestro de un funcionario ocurrido horas antes, o si hubo una planificación de un ataque premeditado en contra de los estadunidenses y el capitán de la Marina que tripulaban la camioneta.
Abogados de los agentes señalaron a este diario que ya presentaron ante la PGR pruebas documentales relacionadas con las asignaciones que tenían sus clientes el día del incidente, y sus antecedentes en la corporación.
Operan a un policía
Autoridades de la Procuraduría indicaron que uno de los agentes federales investigados abandonó el pasado fin de semana el Centro de Arraigos en la colonia Doctores para ser trasladado de emergencia a un hospital particular que no fue precisado, donde se le practicó una intervención quirúrgica por un problema relacionado con el ácido úrico.
El abogado Enrique Mondragón Huerta confirmó a este diario que se trata de uno de los tres policías que defiende, cuyo nombre no proporcionó argumentando “motivos de seguridad”.
“Lo que puedo decirle es que ya tenía indicios de gangrena en una pierna, lo operaron y al parecer salió bien. Creo que ya lo van a regresar al Centro de Arraigos pero vamos a ver que reciba las atenciones adecuadas”, indicó.
Balance para el Senado
La titular de la PGR, Marisela Morales, sostendrá el próximo jueves una reunión con senadores de la República, en la que se espera que haya cuestionamientos en torno a las investigaciones relacionadas con el caso de la agresión que sufrieron funcionarios de los Estados Unidos el pasado 24 de agosto.
Por ello, la Procuraduría prepara un balance sobre el trabajo realizado hasta el momento por el Ministerio Público, aunque se aseguró que no serán revelados detalles que violenten el secreto de la averiguación previa.