Luego de cuatro días en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) poco es lo que ha querido declarar y responder el líder del Cártel del Golfo, Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, detenido la semana pasada por efectivos de la Marina en Tampico, Tamaulipas.
Autoridades de la PGR informaron que con la asistencia de un abogado de oficio se ha buscado al menos en dos ocasiones interrogar al capo, pero este no ha dado mayores detalles, más allá de confirmar sus datos generales sobre su identidad, edad, alias y lugar de nacimiento.
Este lunes la dependencia hará oficial la determinación de la situación jurídica de El Coss, quien cuenta con dos ordenes de aprehensión en México y una en los Estados Unidos, todas ellas relacionadas con delitos contra la salud, delincuencia organizada, homicidio y tentativa de homicidio.
Lo que es un hecho es que el presunto narcotraficante de 41 años de edad será enviado a un penal federal de máxima seguridad, aunque la SIEDO analiza la posibilidad de solicitar un arraigo antes de consignarlo, con el objetivo de obtener mayores elementos que auxilien incluso en futuras investigaciones.
Los investigadores están particularmente interesados en conocer dos cosas: la capacidad operativa con la que cuenta el Cártel del Golfo para mantener su zona de influencia, y los perfiles de las personas que podrían asumir una posición de liderazgo luego de las recientes capturas.
Esta organización delictiva ha controlado por décadas el tráfico de drogas a través de los cuatro puentes fronterizos en la zona de Nuevo Laredo, Tamaulipas, pero con la desarticulación de su estructura de mando, se esperan nuevos focos de violencia por la disputa del territorio.
En la PGR indicaron que en cuanto se resuelva la situación jurídica de El Coss, se dará inicio también el proceso legal para hacer efectiva su extradición los Estados Unidos, lo que ´podría llevar de dos a tres años.
El detenido es reclamado por una Corte Federal del Distrito Sur de Texas, División Brownsville.
Se trataría de una situación similar a la de Osiel Cárdenas Guillén, antiguo líder de la misma organización delictiva, y quien en el 2007 fue extraditado a los Estados Unidos cuatro años después de su captura. El antiguo capo ha colaborado con las autoridades estadunidenses con el objetivo de alcanzar una posible reducción de su pena.