El volcán Popocatépetl registró un aumento en su actividad sísmica y las exhalaciones, que estuvieron acompañadas por emisiones de vapor de agua, cenizas y material incandescente.
El reporte diario del monitoreo volcánico del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que el volcán tuvo 120 exhalaciones de baja y moderada intensidad hasta las primeras horas del lunes. Alrededor de las 19:30 horas del domingo las emisiones estuvieron acompañadas de ceniza, que se dirigieron al suroeste.
Durante la noche del domingo se observó incandescencia constante, que en ocasiones aumentaba de intensidad. Por la mañana, el volcán presentó una pluma de vapor de agua y gases a un kilómetro sobre el cráter.
Estos dos fenómenos están por encima del nivel de los últimos 15 días. El monitoreo indica que ayer lunes fueron 120 exhalaciones. No obstante, el Cenapred mantiene la alerta amarilla en fase dos. Es decir, se espera que continúen las exhalaciones y esporádicas explosiones de material incandescente muy cerca del cráter, además de mantener a las autoridades y población en alerta ante cualquier cambio.
El pasado 1 de septiembre, el Comité Científico Asesor del Volcán de la dependencia cambió la alerta amarilla de fase tres a fase dos, ya que las explosiones, erupciones o exhalaciones son de baja o mediana intensidad.
Sin embargo, esto no significa que la actividad del volcán haya terminado, ya que en cualquier momento podría volver a incrementarse y la población debe seguir atenta a las indicaciones de Protección Civil y no acercarse a menos de un radio de 12 kilómetros del volcán.
El 16 de abril, a sugerencia del mismo comité, el Cenapred decidió elevar el nivel del semáforo, debido a que meses tras hubo una tendencia de incremento en la actividad del volcán y el 13 de abril se registró un crecimiento del domo de lava al interior del cráter.