El juicio contra Wang Lijun, exjefe de Policía de Chongqing (centro de China) y antiguo “número dos” del dirigente caído en desgracia Bo Xilai, concluyó hoy con la sugerencia de la Fiscalía de que reciba un “castigo mitigado” por los cargos que se le imputan, que el acusado no ha refutado.
La Fiscalía, citada por la agencia oficial Xinhua, consideró que aunque Wang es “responsable” de varios delitos, desde deserción hasta abuso de poder, deben considerarse circunstancias atenuantes, como haber cooperado con la Justicia en la investigación del caso.
Un funcionario del tribunal informó al concluir el juicio hoy, con una vista pública, sobre las 13.30 hora local, que Wang no negó los cargos de los que se le acusa.
Ayer, Wang fue juzgado por deserción y manipulación de la ley en una sesión que se desarrolló a puerta cerrada porque se abordaron secretos de Estado, según su abogada, Wang Yuncai.
La deserción, una circunstancia “muy seria”, según la Fiscalía, se refiere al hecho que desató el mayor escándalo político chino en décadas, cuando, el pasado febrero, Wang intentó refugiarse en el Consulado de EEUU de la ciudad de Chengdu.
Allí, la “mano derecha” de Bo Xilai, entonces secretario general del Partido Comunista en Chongqing, reveló, supuestamente, la mala praxis de su jefe.
También vinculó a la esposa de Bo, la abogada Gu Kailai, con la muerte del empresario británico Neil Heywood el pasado noviembre.
La recomendación de “suavizar” la pena por parte de la Fiscalía y el hecho de que los delitos de corrupción no se hayan considerado de gran escala dan fuerza a los pronósticos previos al juicio, que vaticinaban que Wang no recibirá un castigo muy severo.
Los expertos coinciden en que, como máximo, será sentenciado a cadena perpetua o recibirá una condena a muerte suspendida, como Gu, aunque todavía se desconoce cuándo se hará pública la pena, dijo la abogada Wang.
Una vez se conozca la sentencia de Wang, sólo faltará por conocer el destino de Bo, a quien de momento no se ha imputado y sólo se le investiga por violar la disciplina del Partido Comunista.