El gobierno que comenzará el 1 de diciembre tiene buenas perspectivas para lograr crecimiento económico porque gozará de estabilidad macroeconómica (déficit reducido, reservas internacionales cercanas a 160 millones de dólares) pero deberá hacer las reformas estructurales si quiere abatir los rezagos actuales.
El diagnóstico es de Fernando Solana Morales, quien fue secretario de Relaciones Exteriores en la administración de Carlos Salinas, y de Educación en las de Miguel de la Madrid y Ernesto Zedillo, y quien, en la plenaria de los senadores priistas realizada en Chihuahua hace unas semanas, dijo que a partir del 1 de diciembre de 2012 entraremos a un momento político-económico muy positivo.
El presidente de Solana Consultores dijo a los legisladores entrantes que México tiene buenas condiciones para crecer pero tiene el desempeño del gobierno que mejorar.
Durante los 30 años pasados fue evidente que el gobierno fue poco eficaz y las distintas administraciones tuvieron problemas en esa historia reciente; si bien el cambio de estrategia económica emprendido por el presidente Miguel de la Madrid tuvo su lógica y sentido, el resultado fue que el país no volviera a crecer.
“El neoliberalismo estaba ahí y debimos haberlo aprovechado a la mejor conveniencia, pero lamentablemente dejamos que nos manipulara”.
Al revisar el crecimiento de la economía mexicana, encontró que ésta puede dividirse en cuatro etapas: la primera de 1933 a 1970, el crecimiento promedio fue de 6.05% mientras la inflación alcanzaba 6.8%. Entre 1970 y 1982 existió crecimiento pero no estabilidad, el PIB aumento 6.15%, pero con 21.2% de inflación.
A partir de 1982, hasta 2000, México ni creció ni tuvo estabilidad, tuvimos crecimiento promedio de 2.5%, pero la inflación llegó a 43.7%. Los últimos 12 años fueron de estabilidad económica, pero no de crecimiento, ya que el PIB aumentó 2.4% y la inflación 4.4%.
La caída en los índices internacionales de desarrollo humano, la competitividad, lo difícil para hacer negocio en nuestro país, el aumento de la corrupción y la violencia fueron los detonantes para que no tengamos avance como nación.
Solana dijo a los senadores priistas que los gobiernos panistas asumieron que la estabilidad macroeconómica aseguraría por sí misma el desarrollo, que el mercado externo y la inversión extranjera serían suficientes para impulsar el crecimiento y que el libre comercio aumentaría por sí mismo la productividad y la competitividad, pero esos fueron graves errores.
“Espero que nuestro nuevo gobierno tenga en cuenta lo vivido para no caer en los mismos errores”.