Pese a que trató de reducir las expectativas, Peyton Manning no pudo haberse imaginado semejante resultado.

 

Tres veces, el quarterback de los Broncos retrocedió para realizar un pase. Tres veces lanzó hacia un estrecho espacio cerca de los números justo al lado derecho del campo.

 

Tres veces, un defensive back siguió la mirada de Manning, cortó su trayectoria y consiguió una intercepción.

 

Todo eso apenas en el primer cuarto. Esas tempranas intercepciones ante Atlanta el lunes por la noche igualaron el cuarto con más entregas de balón que Manning ha registrado en sus 15 años de trayectoria. Los errores hundieron a Denver en una fosa de la que no pudieron salir, al perder 27-21.

 

Ante la pregunta después del partido de su las intercepciones tuvieron más que ver con su cuello quirúrgicamente reparado o su toma de decisiones, Manning no tardó en responder.

 

“La toma de decisiones”, dijo.

 

Pero a algunos de esos pases de media distancia les faltó fuerza y además unos cuantos no tuvieron una espiral perfecta, entre ellos su primer y único pase de touchdown, a Demaryius Thomas, cerca del final de la primera mitad del encuentro.

 

El entrenador John Fox informó que Manning no estaba lesionado al regresar el equipo el martes, Sin embargo, seguramente a los Broncos les gustaría evitar que Manning repita un desempeño como el del lunes.

 

Manning terminó con 24 pases completos en 37 intentos para 241 yardas con un touchdown y tres intercepciones.

 

“Realmente, tres malas decisiones, tres pases en medio de cobertura”, dijo Manning. “Simplemente tengo que ser capaz de evitarlos”.

 

Por supuesto, logró recuperase y guiar a los Broncos en una remontada que los acercó a un touchdown en los minutos finales del partido.

 

“En verdad fue un mal inicio”, dijo Manning. “No daré excusas al respecto”.