El fin de semana pasado, del 13 al 16, en las instalaciones de Mextenis en el Fairmont Acapulco Princess, se llevó a cabo la Copa Internacional de Padel, en su versión Masters. Estuvieron jugando las 8 mejores parejas del mundo: Juan Mieres y Pablo Mongelo de Lima, Cristian Gutiérrez y Maximiliano Gabriel, Agustín Gómez Silingo y Gabriel Reca, Guillermo Lahoz y Aday Santana, Gastón Malacalza y Adrián Allemandi, Federico Quiles y Gustavo Pratto, y representando a México Fabián Mujíca y Octavio Lara, e Ignacio y Ángel Mendiola.
Mextenis, que también organiza el Abierto Mexicano Telcel, es una empresa de Grupo Pegaso comandada por Alejandro Burillo Azcárraga.
Por allá en 1962, Enrique Corcuera y García Pimentel, mexicano oriundo de Guadalajara, Jalisco, tenía una casa en Las Brisas, Acapulco, en donde tenía una cancha de tenis. Algunos dicen que acortó su cancha, pues no había suficiente espacio, lo cual parece algo anecdótico ya que era un importante y acaudalado empresario contratista, constructor, hotelero y empresario azucarero. Otra teoría fue que Quique, como le decían sus amigos, no siendo ya un hombre joven, tuvo la idea de acortar las dimensiones de la cancha, para reducir el esfuerzo físico; a esto le sumó la idea de poner las paredes de fondo y utilizarlas dentro del juego y las paredes laterales para evitar buscar las pelotas que salieran de la cancha. Fue así como nace el Padel.
Persona habitual al jet set internacional y amigo personal de varias casas reales europeas, así como de personajes como Henry Kissinger y Plácido Domingo; Enrique invita al príncipe Alfonso de Hohenlohe, cuya madre María de la Piedad de Iturbe y del Villar era de una familia noble mexicana, a su casa de Acapulco y lo introduce al nuevo deporte.
El príncipe, en 1968, construye en el Hotel Marbella España, club de su propiedad, dos canchas de padel, cambiando un poco las reglas del juego y la estructura de la cancha, pues integra parcialmente alambre a las paredes laterales. Poco más tarde el Club Puerta de Hierro, en Madrid, construyó sus primeras 5 canchas, convirtiéndose en un centro de juego de muy alto nivel.
En 1975, un gran amigo de Alfonso de Hohenlohe asiduo visitante a Marbella, el millonario argentino Julio Menditengui, es testigo del éxito de este deporte, y decide llevarlo a Argentina, donde en pocos años obtuvo un auge sin precedentes convirtiéndose hoy en día en el segundo deporte más practicado en este país, con más de 2 millones de jugadores y 10 mil canchas construidas en todo el país.
En 1991, se funda la Asociación Mexicana de Padel, impulsada por Alejandro Burillo Azcárraga, deportista y entusiasta jugador de éste ya muy aclamado deporte. Integran la Federación Mexicana de Padel en sus inicios Viviana Dellavedova de Corcuera, esposa de Enrique, Luis Corcuera, Ignacio Soto Borja y Alonso Cuevas.
El primer Campeonato del Mundo es en 1992 y participan 8 países: Argentina, Uruguay, Paraguay, México, Italia, Francia, Inglaterra y España. Argentina se corona campeón del mundo, tanto en hombres como en mujeres, venciendo en ambas finales a España. Este mundial sirvió para fomentar este nuevo deporte, y para vincularlo con el resto del mundo.
De entonces a la fecha, el padel se juega en casi todos los clubes de México y tiene muchos adeptos. El actual presidente de la Federación Mexicana de Padel, José Luís García Frapolli, quién es un entusiasta promotor de este gran deporte, comenta que cada día que pasa hay más jóvenes interesados en practicarlo.
Y siguiendo con historias de nuestro querido Acapulco, el pasado martes 11 en la librería El Péndulo, de Polanco, Gabriela de Fuentes presentó su libro Fatigas. La novela es de corte costumbrista, del Acapulco de finales de los años 50, y trata de la vida de los lancheros de la época. Fatigas es un hombre joven y gordo, lanchero de profesión; personaje simple que conoce a Adolfo López Mateos, y que nos acerca al Acapulco que ya es historia. Esta novela fue presentada por Susana Corcuera, ganadora del Premio Azorín, y por José Alberto Parra, editor de Felou Ediciones.
Después de la presentación, hubo un coctel en donde todos los que estábamos pudimos comentar de las anécdotas de cuando éramos chiquitos y Acapulco era el lugar a vacacionar. Felicidades Gaby por esta maravillosa historia!!!!!
Pues el martes que acaba de pasar fue un día muy especial, y quisiera dedicarle estas últimas líneas de la columna a todos aquellos que vivimos el terremoto del jueves 19 de septiembre de 1985. Ha sido el más significativo y con más muertes de la historia de nuestro país, siendo el Distrito Federal, el que resultó más afectado, pues la réplica del viernes 20 también causó grandes daños.
Este sismo fue a las 7:19 a.m. con una magnitud de 8,1 grados y con una duración aproximada de dos minutos, superando en intensidad y en daños al registrado en 1957, también en la Ciudad de México. Nunca se ha sabido el número exacto de víctimas debido a la censura impuesta por el gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado.
La ayuda proveniente del extranjero fue rechazada en un principio por el primer mandatario, se dice que un avión con ayuda humanitaria de Caritas Internacional, sobrevolaba el espacio aéreo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México esperando el permiso para aterrizar. Gracias a la intervención de la señora Paloma Cordero, primera dama de la nación, el avión y la ayuda internacional lograron entrar a la ciudad para apoyar a los cuerpos de rescate mexicanos que, dada la magnitud del desastre, en ese momento no se daban abasto.
Fue un momento en donde todos nos solidarizamos en favor de los más necesitados; todos ayudamos como podíamos, yo me acuerdo de tener la cocina de mi casa llena de ollas hirviendo agua, otras amigas venían a meterla en garrafones y otras se encargaban de llevarla a la Universidad Anáhuac del Norte en donde había un centro de acopio. El pueblo mexicano es un pueblo noble que se une cuando hay graves problemas a enfrentar, ojalá y no se necesitaran desgracias para que nos ayudemos los unos a los otros.
Hasta la próxima