Naciones Unidas. La líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, aplaudió hoy en Naciones Unidas el levantamiento progresivo de sanciones comerciales y de inversiones a Birmania por parte de Estados Unidos, y aseguró que ha llegado el momento de que todos los birmanos trabajen unidos por la democracia.
“Estoy feliz de que se levantaran las sanciones, porque, como he dicho hasta la saciedad, ha llegado el momento de que los birmanos tomemos la responsabilidad para democratizar el país”, aseguró Suu Kyi, que compareció ante la prensa acompañada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La premio Nobel de la Paz, que pasó más de 15 años bajo arresto domiciliario por sus actividades políticas durante el régimen de la junta militar que gobernó Birmania de 1962 a 2011, aseguró que ahora toca a los birmanos tomar posesión del camino hacia la democracia.
El pasado año, Birmania puso fin a medio siglo de régimen militar, con un Gobierno civil que encabeza el presidente Thein Sein, miembro del anterior sistema, y Estados Unidos ha recibido las reformas, entre ellas la liberación de Suu Kyi, con relajación de sanciones y nuevos lazos diplomáticos.
l miércoles Washington eliminó al presidente birmano de la lista de personas a quienes se les prohíbe hacer negocios o tener propiedades en Estados Unidos, y suprimió de su lista negra al presidente de la Cámara Baja del parlamento, Thura Shwe Mann.
La visita de la líder opositora a la sede central de la ONU, donde hoy mantuvo una reunión con Ban, se produce en el marco de una gira por Estados Unidos que la ha llevado a reunirse con el presidente, Barack Obama, y a recibir la medalla de oro del Congreso, la más alta distinción civil en este país.
Además, tiene lugar a pocos días del arranque de los debates públicos del 67 período de sesiones de la Asamblea General, donde participará el presidente Sein, que tiene previsto hablar ante el plenario de Naciones Unidas el próximo jueves.
Sobre su relación con el presidente birmano y la posibilidad de que su visita eclipse a la del mandatario, Suu Kyi fue tajante ante la prensa: “Tenemos un objetivo común”, subrayó.