Modern Family y Homeland dominaron la 64 edición de los premios más importantes de la televisión estadunidense, al alzarse con las principales estatuillas
Tres veces tres nominada y nunca ganadora. Sofía Vergara se fue de nuevo con las ganas de tener un Emmy por su papel en la comedia Modern Family, aunque le queda el consuelo de que la serie ganó como mejor comedia y su compañera de programa, Julie Bowen, se alzó ayer con el premio a la mejor actriz de reparto en la categoría de comedia, galardón al que aspiraba la colombiana.
Es la segunda victoria consecutiva para Bowen en este apartado. Para Vergara esta era su tercera nominación seguida en esa categoría por su trabajo en Modern Family, papel que también le ha dado dos nominaciones al Globo de Oro.
“Dios bendiga a Sofía Vergara”, exclamó Bowen desde el escenario al recoger la estatuilla.
Otro de los protagonistas, Eric Stonestreet , ganó en la categoría de mejor actor de reparto en una comedia, superando a Ed O’Neill, Jesse Tyler Ferguson y Ty Burrell, nominados por la misma serie.
La ceremonia de entrega de los Emmy transcurría de manera impredecible, cuando se entregaron galardones a Damian Lewis y Claire Danes de Homeland.
Lewis se impuso como mejor actor en una serie de drama sobre el tres veces ganador Bryan Cranston de Breaking Bad, quedando nuevamente con las manos vacías el astro de Mad Men, Jon Hamm.
Como mejor serie dramática, la serie de espías Homeland dio la sorpresa al llevarse el superando a rivales como Mad Men o Breaking Bad.
En el lado de la comedia los votantes del Emmy decidieron que Two and a Half Men era buena sin Charlie Sheen, aunque no nominaron a Ashton Kusher, y le dieron a Jon Cryer el trofeo al mejor actor en una serie cómica. Cryer, quien en la alfombra roja había expresado que estaba seguro de que no ganaría, superó al dos veces ganador Jim Parsons de The Big Bang Theory.
Julia Louis-Dreyfus fue honrada como mejor actriz en una serie de comedia por Veep.