Desde 2003, Jorge Eduardo Costilla Sánchez (a) “El Coss” había sido la verdadera cabeza operativa de la organización desde la caída de Osiel Cárdenas, los integrantes de la organización lo identifican con la clave Sombra, y a pesar de que casi no se conocián fotografías la prensa nacional y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, difundían carteles donde se aprecian que los rasgos de Costilla erán muy similares a su apariencia actual. Se sabe que contaba con credencial del IFE y que esta probablemente fue utilizada en 2006.

 

De 1992 a 1995, “El Coss” trabajó como policía municipal en Matamoros. Sus antecedentes se remontan a la época en la que Osiel y él eran vendedores de grapas de cocaína; los dos solían delatar a los “narcomenudistas” rivales. Esta actividad hizo que pronto se convirtieran en soplones de la Policía Judicial Federal en Tamaulipas.

 

Eduardo Costilla y “Los Zetas” intentaron rescatar a Osiel del Penal de Máxima Seguridad del Altiplano. “Los Zetas” habían sobornado a decenas de custodios y a funcionarios del penal; pero todo se frustró tras la detención de varios integrantes del Golfo en la ciudad de Toluca, Estado de México, involucrados también en el operativo de rescate.

 

En 2006, las diferencias entre lo que quedaba de la cúpula del “Cártel del Golfo” y su brazo armado “Los Zetas”, fueron intensificándose, toda vez que, se había perdido el dominio sobre “Los Zetas” y paulatinamente, Ezequiel Cárdenas Guillen y Jorge Eduardo Costilla Sánchez (a) El Coss dejaron de operar a gran escala, por la caída de sus socios colombianos, así como un aumento en los decomisos en los EE.UU. por parte de la DEA, disminuyendo su actividad delictiva al municipio de Matamoros, Tamaulipas. El Cartel del Golfo tenía un problema de flujo de efectivo, el cual aumentaría con la intervención del Gobierno de los EE.UU. al banco Stanford. Esto provoco que no se cubrieran los gastos fijos de la organización, esto fue el inicio de su debilitamiento como Cartel.

 

Como consecuencia, gran parte del personal operativo prefirió trabajar con “Los Zetas” debido a que ellos tenían incentivos más claros para ascender de puesto, ya que las metas eran basadas en resultados por plaza. En cambio la falta de coordinación entre Ezequiel Cárdenas Guillen y el Coss aumentaban las fricciones entre sus subalternos.

 

El quiebre con Los Zetas fue porque a Heriberto Lazcano le molestó el hecho de que “El Coss” intentara negociar con el “Cártel de Sinaloa” para terminar con la violencia. Según indagaciones de la DEA, Costilla Sánchez fue una pieza clave para el acercamiento del “Cártel del Golfo” con la organización liderada por Joaquín “El Chapo” Guzmán. “El Coss” se entrevistó en varias ocasiones con Ignacio Coronel e Ismael “El Mayo” Zambada con el propósito de sellar una alianza para controlar el tráfico de drogas y conformar un “megaconsorcio” delictivo que pusiera fin a las “ejecuciones” al menos en los territorios dominados por ambos grupos.

 

Después de la ruptura con “Los Zetas”, el “CDG” con “El Coss” al frente, quedó conformado por los hermanos Héctor Manuel y Gregorio Sauceda Gamboa; Zeferino Peña Cuéllar, Alfonso Lam Liu (a) El Gordo Lam, y  un individuo conocido como “El Gringo”, quien solamente actúa en Nuevo León y Tamaulipas, donde reside.

 

El 18 de febrero de 2010 en Reynosa se difundió en medios abiertos la presunta colocación de una manta en cuyo texto se señalaba lo siguiente: “Si no se van los marinos vamos a secuestrar niños”, hecho que generó psicosis entre la población. Cuatro días después, en diversas ciudades de Tamaulipas se avistaron convoyes de camionetas con las siglas “CDG” en los costados, la “aparente calma” que hasta entonces prevalecía, se vio interrumpida. Unas semanas antes, la DEA había informado de esta ofensiva, lo que coincidió con la divulgación en México de la declaración de Osiel Cárdenas Guillén como parte del proceso que se le seguía en Estados Unidos, donde recibió una sentencia mínima, resultado de una presunta “negociación” en la que el narcotraficante colaboró aportando información sustantiva para desarticular a “Los Zetas”, lo que el grupo armado increpó de “traición”.

 

Es probable que el Coss sea extraditado a los EE.UU. dentro de un par de meses, y que sus abogados traten de llegar a un acuerdo similar al que obtuvo Osiel Cárdenas Guillen. Y esto hará que continúe la historia del Cartel del Golfo.

 

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