SANTIAGO DE CHILE. La junta de accionistas el periódico chileno La Nación, con el apoyo de los representantes del Estado, que posee un 69% de su propiedad, decidió ayer cerrar y liquidar los bienes de ese histórico medio, que desde 2010 solo funcionaba en su versión digital.
El periódico, que actualmente daba trabajo a 117 personas, cerrará sus puertas tras 95 años de funcionamiento, según se decretó en la junta extraordinaria de accionistas con el voto a favor de los representantes del Estado.
A esta decisión se opusieron los sindicatos y los accionistas minoritarios, dueños del 31% restante, que en su mayoría son propiedad de la sociedad privada Colliguay, compuesta por tres particulares.
Los propietarios de Colliguay han adelantado que demandarán al Estado porque consideran que no hay razones económicas que justifiquen el cierre de la sociedad.
En tanto, el presidente del sindicato número 1, Víctor Pérez, anunció que recurrirán a los tribunales para tratar de frenar esta decisión.
Antes de llegar a La Moneda, el presidente Sebastián Piñera cuestionó la orientación del periódico por, según dijo, haberse convertido, durante los veinte años en que la coalición de centroizquierda estuvo en el poder (1990-2010), “en una fábrica de propaganda de los Gobiernos de turno”.
En sus primeros meses de mandato, el presidente aseguró que su Gobierno se debatía entre reformar el rotativo para convertirlo, dijo, en un medio pluralista, o bien venderlo con el argumento de que no había motivos que justificaran que un Estado tuviera un diario oficial.
Finalmente, en noviembre de 2010, el directorio decidió, por razones económicas, que el periódico dejara de circular en versión impresa y solo se difundiera a través de Internet.
El periódico estaba editado por la Empresa Periodística La Nación S.A., que también difunde el Diario Oficial de la República de Chile, publicación que era la principal fuente de ingresos de la compañía, ya que en los últimos tiempos el diario tenía una escasa tirada.
Queda ahora por determinar cuál será el futuro del archivo histórico de La Nación, que fue fundado en 1917 por el periodista, abogado y político Eliodoro Yáñez, y tiene su sede en un edificio frente al Palacio de la Moneda, sede del Gobierno.
“Si La Nación se termina, ese archivo en el mejor de los casos se va a privatizar, y lo más probable es que alguno de los grandes consorcios periodísticos lo compre y para poder tener acceso a él va a haber que pagar”, criticó el presidente del Colegio de Periodistas y exdirector de La Nación, Marcelo Castillo.
Castillo hizo estas declaraciones durante el acto cultural que este domingo reunió en Santiago a periodistas y representantes de sindicatos contrarios al posible cierre del periódico, que finalmente se decretó. EFE