Nueva York. El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, habló este miércoles en la ONU a través de una videoconferencia desde su virtual arresto domiciliario en Londres, criticó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por apoyar la libertad de expresión en Oriente Medio, mientras que al mismo tiempo “persigue” a su organización por la filtración de cables diplomáticos.
Durante un acto organizado por Ecuador en el marco de la Conferencia de la ONU que el fundador de WikiLeaks pidió que se ponga fin a su persecución, mientras que el Gobierno de Quito abrió por primera vez la puerta a acudir a la Justicia internacional.
“El tiempo de las palabras se ha terminado. Ha llegado la hora de que Estados Unidos cese la persecución a WikiLeaks, a nuestra gente y nuestras fuentes”, dijo Assange a través de videoconferencia desde la embajada ecuatoriana en Londres, donde lleva refugiado tres meses a la espera de un salvoconducto para poder abandonar Reino Unido.
El australiano volvió a reclamar garantías tanto a Londres como a Estocolmo de que no será extraditado a Estados Unidos, país donde ha sido declarado “enemigo de Estado”, algo que para el fundador de WikiLeaks es “absolutamente absurdo” pero que demuestra que su vida podría correr peligro si es entregado a Washington.
Assange aprovechó el altavoz que supone hablar en Naciones Unidas para denunciar, por un lado, de la persecución política que asegura estar sufriendo y, por otro, de las torturas y vejaciones a Bradley Manning, el soldado estadounidense acusado por EU de haber filtrado miles de documentos secretos a WikiLeaks.
Nueva York será este jueves el escenario de un nuevo acercamiento entre las autoridades ecuatorianas y británicas para tratar de encontrar solución “a través del diálogo” a un conflicto diplomático que sigue sin resolverse después de tres meses y que amenaza con enquistarse en el tiempo.
Los ministros de Exteriores de Ecuador y Reino Unido, Ricardo Patiño y William Hague, respectivamente, se entrevistarán a partir de las 10.00 hora local (14.00 GMT) en un hotel de la Gran Manzana, donde volverá a estar encima de la mesa el salvoconducto que pide Quito para que Assange pueda abandonar Londres.