Los pacientes con enfermedades cardiovasculares aumentaran 23% más en las próximas dos décadas, debido al aumento de casos de diabetes e hipertensión. Las proyecciones del Sector Salud indican que los resultados de un cambio de hábitos alimenticios que reflejen la disminución de esta tendencia se verán en las dos siguientes generaciones de mexicanos.

 

Se espera que para 2030 la proporción de enfermos de diabetes aumente a 25%, desde el 12% actual; y que la de pacientes con hipertensión pase de 15 a 25%.

 

Mauricio López Meneses, médico adscrito a la Unidad de Atención Cardiaca de Adultos del Instituto Nacional de Cardiología, recordó que el Sector Salud no ha logrado incidir en cambios de hábitos de los mexicanos para reducir el número de enfermos.

 

“En Estados Unidos ya lograron bajar su número de pacientes con problemas cardiovasculares, aquí no hemos podido. El problema es que queremos hacerlo a nivel nacional y la clave será empezar con el paciente y su núcleo familiar”, afirmó en entrevista.

 

En el instituto han comprobado que la familia de un paciente que sufrió un infarto cambia su alimentación, hace más ejercicio y deja hábitos como el cigarro o el alcohol. Este cambio lo transmiten a familias cercanas, que también modifican sus hábitos.

 

Por ello, en el marco del Día Mundial del Corazón que se celebra el próximo 29 de septiembre, el llamado es a la población para que tenga cuidado con su salud cardiaca. Y es que al ritmo en que han crecido los padecimientos crónicos y la obesidad, México podría tardar dos generaciones en recuperar su peso y calidad de vida que perdió en la ultima década.

 

López Meneses aseguró que aunque el instituto retomó las cirugías de trasplante de corazón, ésta es una opción para muy pocos pacientes, ya que es muy cara y no es fácil encontrar a los donantes.