La hambruna y las enfermedades en la Sierra de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua, cobraron la vida de una niña rarámuri el pasado lunes, y mantiene en agonía a otros cuatro menores en el Hospital General de Chihuahua.
La niña, de la etnia tarahumara, que falleció a consecuencia de una gastroenteritis aguda, bronconeumonía, desnutrición y paro respiratorio en el hospital de Guadalupe y Calvo, fue identificada como Susana Merichi Ramos, de dos años de edad.
Otros cuatro menores se encuentran hospitalizados en condiciones de desnutrición y deshidratación en la cabecera municipal de Guachochi.
Además dos niñas fueron trasladadas en una avioneta a Chihuahua para ser internadas de emergencia en el Hospital General, donde su estado de salud se reporta extraoficialmente como “reservado”.
Otra menor permanece en la clínica de Guadalupe y Calvo “en recuperación”. Su nombre es Alicia Iglesias Aguirre, de 1 año y 10 meses de edad. Pesa 7 kilogramos.
Después de darlos de alta, refirió el misionero de la Iglesia Bautista de Parral, Jesús Rivera, los médicos y las enfermeras en Guadalupe y Calvo pidieron que los seis menores retornaran para recibir tratamiento, pues por la deshidratación corrían el riesgo de fallecer.
El misionero refiere que la diarrea y el vómito fueron provocados por una gastroenteritis que tiene su origen en el agua que están bebiendo los indígenas rarámuri en la región.
“La lluvia de este año fue la causa también de que las parcelas familiares de maíz no se lograran. El año pasado la hambruna fue provocada por la sequía. Este año, por el exceso de lluvia que dañó los cultivos. Hay muy poco maíz, la base de su alimentación”, explicó. (Con información del Diario de Juárez)